martes, 31 de enero de 2012

Calendario de cenas del 2012

Queridos Cofrades, aquí va el nuevo Calendario de cenas del 2012, para que en los días de desconcierto podáis orientaros, y sepáis así, con toda seguridad, en qué fechas se celebrarán los Viernes Jubilares del año, o sea, los Viernes Sí.
Parece que fue ayer cuando colgamos el del año anterior. Curiosamente, el próximo jueves, el día 2 de febrero, se cumplirá nuestro primer aniversario en la red, ya veis qué rápido se ha pasado, en fin, tempus fugit irreparabile.
Y con este latinajo, Cofrades de la Cuadrilla de los Viernes Sí, me despido, no sin antes avisaros de que el próximo viernes la cena tendrá lugar en el Refectorio CATEDRALICIO, sí, sí, habéis entendido bien, cenamos con la CÁTEDRA y fuera de casa, así que ya sabéis, repasad bien los apuntes estos días y procurad asistir con arreglo al protocolo, ah, y con la muda cambiada y bien limpia (no vale lo de darle la vuelta o ponérselo del revés, ¿ok?).
Salud.

domingo, 22 de enero de 2012

Crónica Emilianense en la Domus Áurea

Queridos amigos, bienvenidos a la nueva crónica jubilar, que en esta ocasión versa sobre los fastos que la Cuadrilla de los Viernes organizó para agasajar al visitante número 10.000. Ya ven, a falta únicamente de un par de semanitas para cumplir el año, nuestro Blog ha entrado en el privilegiado club de las cinco cifras, algo que siempre escapó a nuestras previsiones iniciales y que nos "llena de gran orgullo y satisfacción". Pero no sigo por este camino, porque la línea que separa la modestia de la falsa modestia es delgada y resbaladiza, y más aún la que separa la falsa modestia de la egolatría y la vanidad.
Lo dicho, la semana pasada Miguel Notario, cuya honradez, como bien saben (sobre todo la madre de Brian), es tan voluble como la acidez del vino, recibió la consigna de permanecer atento a las IP de los ciberamigos que nos visitan, con el objeto de identificar de modo fehaciente al visitante número 10.000. El afortunado, así estaba anunciado, iba a obtener como premio una cena en la Domus Áurea con la Cuadrilla de los Viernes. Nuestro apreciado Notario dijo que la IP ganadora era de un tal Emiliano Navas Sánchez. Al ponernos en contacto con él descubrimos que Emiliano era el gran Emiliano, el creador de Ediciones Emilianenses, además de ideólogo y gestor de Lo Mejor de la Edición Riojana. No vamos a citar ahora la amistosa vinculación que une a Emiliano con Miguel Notario, sobre todo para evitar suspicacias, no vaya a ser que la madre de Brian se nos enfade todavía más. Lo cierto es que Miguel Notario juró y perjuró que la IP del visitante diez mil coincidía con el ordenador de mesa de Emiliano.
Pero, bueno, no me extiendo más, hay que seguir los preceptos editoriales que marca el Consejo de Redacción del Blog. Ya saben, primero el tiempo.
  • Amaneció el día con nubes y claros, que conforme avanzó la mañana fue adquiriendo un claro dominio de las nubes, unas nubes bajas de evolución diurna que amenazaron lluvia hasta bien entrada la noche, pero no cayó ni una gota. Temperaturas altas, muy por encima de lo esperado en esta época del año.

Aspecto de Moncalvillo a primeras horas de la mañana.
Le tocaba la cena al Cofrade Javier, el Maestro Asalari, Perito en Ranchos y Druida de los Ungüentos. El éxito estaba garantizado, y en esta ocasión nos deslumbró con una deliciosa cena elaborada a base de lomo y de pimientos, una auténtica delicia para el paladar que además resultó ser, como bien apreció nuestro invitado, Emiliano, estéticamente muy bella.
El Cofrade Javi nos habló de la fórmula: "En una cazuela se echa el aceite y cuando está calienta se incorporan los pimientos en tiras y el pimiento morrón, se mueven un poco para que engorde el aceite y se incorpora la patata en dados previamente frita en aceite. Luego se incorpora el lomo y se da unas vueltas hasta que pierde el color crudo. Una vez en este punto se incorpora el vino blanco y se salpimienta".
Así, dicho, puede parecer sencillo, pero darle el toque Maestro, eso, amigos, eso sólo lo hace Javi. Desengáñense y, por favor, no intenten hacerlo en sus casas, menos aún si están ustedes solos. Puede ser peligroso.


Se sirvió la mesa con regocijo y cierta impaciencia, el hambre es una criatura traviesa que una vez aparecida se atrinchera en el estómago y produce, además de los típicos corrimientos de aire por las cavidades del aparato digestivo, inquietud, estrés, nerviosismo y falta de concentración.
Es cierto que, a pesar de toda esta sintomatología, y quizá por la egregia presencia de Emiliano, matuvimos las formas y respondimos a los normas del protocolo como si fuéramos auténticos cartujos. ¿Qué estoy queriendo decir con ésto? Pues sí, efectivamente, ustedes ya lo han adivinado, la mesa se bendijo con arreglo a lo estipulado en nuestros estatutos, con recogimiento, contrición y en versión bilingüe, pues en lo tocante a oficios y liturgias, el rito romano tira mucho dentro de la Domus.
Pero estaba claro que la cena de esta noche no podía ser una cena cualquiera, no sólo porque fuera la noche de San Sebastián y quisieramos hacer una tamborrada, no, también estaba la presencia especial de Emiliano, que tras la bendición y sin darnos tiempo a comenzar el ágape nos sorprendió con un regalo único y exclusivo. Vean.

Emiliano, de Ediciones Emilianenses, nos obsequió con una de las joyas de su editorial, y que lleva por título, El castellano hablado en La Rioja, obra de José María Pastor, sin duda alguna, el mejor diccionario de riojanismos que se ha publicado nunca. El más completo y el mejor editado. Pero no se vayan todavía, aún hay más:
Si algo va a dar especial valor este diccionario de riojanismos, va a ser la magnífica dedicatoria de su editor. Efectivamente, dentro de esas páginas se concentra el significado justo y cabal de lo que "semos". Qué arte tiene el amigo Emiliano.
De inmediato colocamos el ejemplar en la zona más valorada y visitada de nuestra biblioteca, en el Palco de los Libros. Si para Borges la Biblioteca era trasunto del Universo, para nosotros quizá sea un poco menos, un universo más reducido pero no por ello menos concentrado. Dejémoslo en agujero negro.

Pero como ya he dicho antes, queridos ciberamigos, la cena la preparaba Javi y sabíamos que en el postre habría otra sopresa, uno de esos chisterazos culinarios que ponen en órbita los ojos de los Cofrades. Es sabido que Javi ostenta muchos títulos en la Cofradía de los Viernes, tiene labrado un prestigio y no se espera de él que ofrezca pastelería industrial para el postre, cosa que otros Cofrades sí hacemos. 

Pues ya lo ven, se curró unas Peras al Vino, que se ganan las mayúsculas, adornadas con su caldo y con una bola de helado de vainilla que aportaba color, frescura y sabor, ¡viva el arte comestible! Los Cofrades en grupo alucinamos, y a punto estuvimos de bendecir de nuevo la mesa, de no ser porque Emiliano nos dijo que eso atentaba contra el dogma. Entonces nos confabulamos fraternalmente para rezar en los maitines, cosa que alguno de nosotros hicimos sin acostarnos todavía.
Regla de tres. Si una imagen vale más que mil palabras, tres imágenes valen más que... la Biblioteca de Alejandría. Es evidente que Javi volcó toda su ciencia, que no es poca, en la elaboración de este postre, digno de ser expuesto en el Guggenheim del Bilbao, donde algún día ira la Cuadrilla a cenar (a Bilbao, digo, no al Guggenheim).
Modus operandi: "Se pelan las peras, diez peras de la conferencia de Rincón de Soto, hasta un poco antes de llegar al rabo y dejando éste sin quitar, se corta el culo para que haga buena base y la pera se quede tiesa, se reservan.
En una cazuela se pone el azúcar, el azúcar avainillado, la ramita de canela, los clavos, la peladura del limón y un vaso grande de vino, se pone al fuego hasta que se disuelvan los azúcares, se retira del fuego y se colocan las peras de pie, echamos el vino hasta cubrir y otra vez al fuego para llevarlo a ebullición, una vez en ebullición se baja a fuego moderadamente bajo y se le añade el zumo del limón.
Durante la cocción hay que darle una vuelta a las peras para que se tiñan de tinto por igual, la cocción durara unos 20 ó 30 minutos depende de lo duras que sean las peras, como mejor se sabe que ya están cocidas es pinchando con un palillo hasta el corazón de la pera.
Una vez cocidas se sacan de la tartera y el caldo que queda se reduce hasta que se quede como un jarabe, el cual lo usaremos para bañar las peras y presentar".
Las peras y el jarabe se dejan enfriar y se sirve frio junto a una bola de helado de vainilla.
¡¡BÁRBARO, JAVI, esto no lo hace ni la mismísima Nuria!!
La chimenea aportó ese calor necesario para hacer del Refectorio un espacio eternamente primaveral. Junto con el vino, otro gran calefactor, creó la atmósfera más propicia y el tempero ideal para el cultivo de la amistad .
Los restos del naufragio. ¿Dónde quedaron las peras de Rincón de Soto?, otra vez el ubi sunt. Evidentemente, las peras ya fermentaban en los aplicados estómagos de los Cofrades. Sólo quedó el almíbar de vino y en él el rostro revelado de algunos comensales.
Emiliano se sintió cómodo en el Refectorio, untó el plato como muestra de cortes pleitesía y además participó activamente en la tertulia de la sobremesa. Hay que decir que, aunque Miguel Notario dijo en su momento que el ganador llevaba barba, Emiliano nos aseguró que acababa de afeitarse y que lo dicho por el Notario era cierto. Aquí lo tienen junto a Aitor, el Cofrade Ecónomo y Maestro de las Ensaladas. Queda Fausti reflejado en el cristal de la ventana.

Paco, el hombre que vino del Najerilla para aportar un poco de cordura entre tanta insensatez iregüense. Es Levita, el de Levita Calidad, y su mensaje bien claro: "Reconcíliate con el buen gusto"
Los Cofrades Pedro y Faustino, éste último piloto responsable de la mítica Agropérez, que pronto reaparecerá por este blog.
En fin, escenas varias que vienen a demostrar que hemos venido al mundo a sufrir. Ejemplos claros de nuestra actitud resignada. Hay que decir que para post-postre tomamos una de las botellas que el Catedrático García subió para la noche de autos, aquella mítica cena en la que la Cuadrilla opositó a Cátedras. Fue como beber vino y pasear por la viña al mismo tiempo. Recordamos la magistral cata comentada del Catedrático Reinares, lo hicimos con agradecida nostalgia y siempre desde la humildad, desde nuestro más profundo respeto y admiración hacia todos ellos, la CÁTEDRA, nuestros más Preclaros Maestros. 
Una delicia de sobremesa que agrandó todavía más, si es que cabe, la magnitud de nuestra resignación.
Para poner fin a la velada, hicimos entrega a Emiliano del Diploma Oficial que lo acredita como visitante oficial número 10.000 del Blog de la Cuadrilla de los Viernes. ¡Qué momento amigos!, véanlo.
Éste es el Diploma Oficial, acreditado por la Cuadrilla y ante Notario (Miguel). Emiliano, que por un momento se dejó embargar por la emoción y el júbilo, nos dedicó unas brillantes palabras llenas de hondura conceptual y sabiduría. Lejos de caer en manidas frases hechas, del tipo "me llena de orgullo y satisfacción", se empleó con una elocuencia y una persuasión dignas de Cicerón. Menuda clase de retórica, amigos, y es que Emiliano está hecho un Castelar. Por un momento hasta parecía de la CÁTEDRA, y así lo expresé en voz alta, aunque de inmedianto, tanto él como el resto de los Cofrades, me reconvinieron para que aceptara que estaba exagerando. Es verdad, parafraseando al gran Vujadin Boskov, otro gran orador, hay que reconocer que "CÁTEDRA es CÁTEDRA". 
La Cuadrilla de los Viernes, con todos sus Cofrades, posa junto a Emiliano. Fue uno de los grandes momentos de la noche.
Se acababa así la última cena del mes de enero. Por delante quedan grandes aventuras por correr, como la inminente recogida de sarmientos o la cena con la CÁTEDRA, puesto que Sus Ilustrísimas van a tener a bien correspondernos por la cena del 14 de Octubre (Día Rojo en nuestro calendario).
También, decir que Miguel Notario, una vez más, falló a su compromiso de venir a cenar con la Cuadrilla, seguramente sus negocios, tan lucrativos como fraudulentos, lo tuvieron ocupado la mayor parte de la noche. No obstante, desde aquí, queremos agradecerle su disposición a la hora de localizar las IP de nuestros ciberamigos. Así es Miguel Notario, nuestro amigo de la infancia, un hacker cuyo apellido le acredita para dar fe de la verdad; ahí es nada. Menudo malandrín, que se lo pregunten si no a la madre de Brian.
Vista desde la terraza de la Domus Áurea. Las nubes seguían presentes, aunque su amenaza a lluvia daba ya más bien risa. Al fondo, "la bahía", Logroño, y más al fondo, La Guardia y otros pueblos de Rioja-Alavesa.

Después hubo velada en el Azalea. Como buena noche jubilar y siendo fieles a nuestra palabra, llegada la hora de maitines, se entonaron los octosílabos favoritos de la Cuadrilla...: "Allons enfants de la patrie, le jour de gloire est arrivé..."
Poníamos así fin a la noche de San Sebastián, aunque la tamborrada todavía perduraba y con fuerza durante la mañana del día siguiente, sí, ustedes ya saben dónde, en las cabezas resacosas de los Cofrades más dados al abandono y la disipación.

Estáis todos bendecidos, caros amigos.

lunes, 16 de enero de 2012

Las márcharas y su marcha.

Queridos amigos que nos seguís desde todos los rincones del mundo, sobre todo aquellos que pertenecéis al ámbito del habla hispana, hoy vamos a empezar utilizando el diccionario, el de la Academia, veamos lo que dice.
Si ustedes consultan la palabra "marcha" (clique aquí) observarán que la séptima acepción hace referencia a un riojanismo, cuyo significado es el que sigue:  "hoguera de leña que se hace en las puertas de las casas como señal de regocijo". En efecto, esta es la voz más extendida en toda La Rioja para citar la fiesta de las hogueras de San Antón, pero hay excepciones que no recoge el diccionario, como la voz "marcho" que se usa en Fuenmayor, ni la variante "márchara", palabra que se utiliza únicamente en Villamediana y que por ser esdrújula es la más exótica y rara de todas las variantes.

Las márcharas, o sea, las hogueras de San Antón, han sido tradicionalmente contempladas como el último día de las navidades villametrenses. Su etimología puede que haga referencia a la "marcha" de la fiesta y de su consustancial alegría, o también puede estar ligada al "marchar" por las calles recorriendo las hogueras y compartiendo entre los vecinos los últimos dulces y viandas de la Navidad.
Hasta hace dos o tres décadas los barrios y las calles competían por hacer la hoguera más grande. Uno de los entretenimientos más activos de las vacaciones de Navidad entre los mocetes era el de recoger matorral y leña del campo para lograr así la márchara más grande, la mejor. En ocasiones había hasta sabotajes, protagonizados por grupos rivales de otros barrios, que prendían fuego al montón de los vecinos la víspera de la fiesta. En fin, lo cierto es que era emocionante y divertido, hoy, nuestros chicos se divierten de otra manera.

Las dos imágenes superiores corresponden a la márchara de las bodegas, donde no ha faltado el buen ambiente, ni la panceta ni la costilla ni el choricillo ni, por supuesto, el vino. Por si esto fuera poco, la ORB se ha encargado de que también haya chocolate y bizcochos, ¡¡esto es tremendo amigos!! Como diría Pazos, el mítico personaje de la película Airbag, "nadamos en la ambulancia".

Cualquier lugar es bueno para improvisar una mesa donde dejar las viandas y los porrones.

He aquí esta imagen, que nosotros, los de la Cuadrilla de los Viernes, queremos dedicar a los inspectores de sanidad.
Como podrán apreciar a la izquierda de estas dos fotografías, el porrón no dejó de funcionar en toda la noche.
¿Lo reconocen? Sí, amigos, sí, es Juanito, el "verso suelto" de la Cuadrilla de los Viernes, ahí lo tienen, practicando escorzos y perfiles para el fotógrafo.  Es magnífico poder beber vino y al mismo tiempo contemplar la Vía Láctea, Casiopea, la Osa Mayor, y otras muchas constelaciones.

Cualquier oportunidad puede ser buena para emplearse a fondo con esta extraña redoma de vídrio llamada porrón. ¡Viva el vino!

Pero como ya he dicho al inicio, las bodegas no fue el único barrio que celebró esta fiesta, fueron muchos, pero... ¿y la Cuadrilla de los Viernes?, ¿hizo hoguera? Por supuesto que sí, el Cofrade Fausti se encargó de perpetuar la tradición, pasen y vean:

He aquí la hoguera cuadrillera, situada justo en frente de la Laurita, pescadería y tienda de ultramarinos.


Otra de las tradiciones ligadas a las márcharas es la de saltar por encima del fuego. No es que sea un deporte de riesgo, pero yo recuerdo que en los tiempos de esplendor más de uno iba al día siguiente a la escuela con las pestañas y las cejas chocarradas (otra palabrita riojana, estamos hoy que lo tiramos todo).
Pero ahora, en el siglo XXI, Tercer Milenio de la era cristiana, a la tradición de los saltos se han sumado las mujeres. No pierdan detalle de este documento gráfico único. Marisa y Leti en acción, desafiando al fuego, al miedo y a la vida misma; riánse ustedes de Bob Beamon:

Hay que decir que esto que ven, lo hicieron delante de sus propios hijos y ante la mirada incrédula de sus maridos, a los que el poco gobierno que les quedaba en casa les fue arrebatado de un plumazo, o, mejor dicho, de un salto.

La chavalería disfrutó de lo lindo, y con ellos Skipy, el perro con nombre de canguro que acompaña al Cofrade Faustino en sus largas jornadas de trabajo entregadas al cultivo y cuidado de la vid.
Bueno, amigos, esto es todo. Termina así la crónica sobre un día llamado a ser gris, pero que se disfrazó de fiesta para celebrar las hogueras de San Antón, las márcharas.

Estáis todos bendecidos, caros amigos.
La Cuadrilla de los Viernes.

domingo, 15 de enero de 2012

Cena de la ORB

El día 14 de enero tuvo lugar la asamblea anual de la ORB, a la que siguió una concurrida cena en el Restaurante La Moncloa. A la cita acudimos un buen número de socios, más de un centenar, que disfrutamos del encuentro en un ambiente cálido y acogedor, a pesar del frío reinante en el exterior.
Tras la cena, la fiesta siguió en la Bodega de Anuncia. Los ingredientes fueron basícos: música, ganas de pasarlo bien y barra libre por si alguno estaba dispuesto a precipitarse por las fosas abisales de la alienación etílica. Por supuesto que no hubo cordura y la mayor parte de nosotros, quizá todos, nos despañamos por el barranco.
Hice fotos, y gracias a ellas ahora puedo recordar algunas de las cosas que viví anoche, pues de otra manera ya se hubieran perdido entre la espesura tenebrosa de la jaqueca, de esta la resaca equina que me ha tenido postrado en cama la mayor parte del día.
No obstante, ahora, desde la delicada cordura, y mientras en mis sesos las neuronas supervivientes vuelven a sus puestos, tras asistir a las exequias a las finadas anoche, he decidido no poner las fotos que hice en la citada fiesta (salvo unas pocas que atentan contra nadie), porque todos tenemos derecho a la intimidad, sobre todo cuando en ella se muestra la parte del "no ser" del "ser", y... en fin, voy a terminar porque me estoy poniendo peripatético y no quiero desbarrar por los muladaras de la filosofía más barata, ramplona y chusca.
Lo siento mucho por los voyeuristas que nos seguís con depravado ánimo y ansia enfermiza, ya os lo digo muchas veces, para eso existen otras páginas.
No obstante, que quede claro este mensaje desde el blog de la Cuadrilla de los Viernes:
  • Gracias a todos los que desde la ORB se lo curran para que estos eventos tan cojonudos salgan adelante, gracias de verdad. Que el 2012 sea propicio, tanto para los eventos ya asentados, como para los novedosos que irán surgiendo. 
          ¡¡VIVA LA ORB!!
Juan Pedro y Larri.

Conforme avanzaba la noche el fotógrafo fue perdiendo el pulso.

César, otro colaborador nato.
¡Fiesta!, por cierto, otro César.

No sé por qué extraña razón los chicos se hicieron juntos una foto y luego las chicas. Claro, a mí, si me dan a elegir... hubiera hecho como César (y van tres), pero, claro, tenía que hacer la instantánea.

martes, 10 de enero de 2012

"Déjà vu" en la Domus Áurea

Queridos amigos que nos seguís desde todos los rincones del mundo, ¿alguna vez han tenido la sensación de que aquello que acaban de ver o experimentar ya lo han vivido antes? Sí, es como una especie de flash mental que viene acompañado por una sensación de familiaridad, de que ya se ha vivido antes una situación idéntica. Según los expertos, esa experiencia previa es atribuida con frecuencia a un sueño, aunque en otros casos, como el que ahora viene, se tiene la firme convicción de que no fue un sueño, sino una experiencia vivida realmente, eso es lo que el investigador psíquico francés Émile Boirac denominó en su idioma, la belle langue, déjà vu, que literalmente significa 'ya visto'. Pues eso fue precisamente lo que vivió la Cuadrilla de los Viernes en la primera cena del año 2012, y es que al contemplar las tarteras nos asaltó de golpe ese reflejo de experiencia ya vista, el citado déjà vu, que, por cierto, hizo las delicias de los Cofrades. No se asusten si a ustedes les pasa lo mismo, pues la cenas que organiza el Cofrade Fausti, que dentro de la Cuadrilla ostenta el cargo de Piloto de la  mítica camioneta AgroPérez, han de ceñirse siempre a un mismo menú, Cangrejos y Cocochas, así reza en nuestros estatutos y así se hace, que nosotros somos gente disciplinada y cumplidora (no como otros que un día nos invitaron a cenar y luego...).
Pero primero, y pido ya disculpas por este largo preámbulo, como siempre, el tiempo:
  • Jornada luminosa en los primeros compases del día, posteriormente con nubosidad de evolución diurna en la Ibérica, e intervalos de nubes medias y altas al final del día en toda la La Rioja, incluida, por supuesto, Villamediana. Temperaturas máximas en moderado ascenso y vientos flojos de dirección variable. Lógicamente, cuando los Cofrades llegaban a la Domus Áurea, hacía frío, pero en cualquier caso, ya saben que el interior de nuestro Refectorio pervive una eterna primavera.
Como ven, en pleno enero, y la cima del Monte San Lorenzo sigue sin nieve. Asi se veía a primera hora de la mañana desde La Plana.
Entrando ya en el capítulo que corresponde a la cena, hay que decir que aunque hubo notables bajas, la Cuadrilla estuvo bien representada. No faltaron los más clásicos, "los rubitos" (Javi y Juanan), que hacen bueno el dicho cuadrillero de: "da gusto que haya comida abundante para que nos llegue justito y no sobre nada". Y así fue, porque aunque había comida para ocho, supimos estar a la altura de las circunstacias, comiendo y bebiendo como si de verdad fuéramos ocho. Sabed, Cofrades que faltasteis, que os guardamos ausencia y que vuestros vacantes asientos fueron noble y solidariamente homenajeados en las conversaciones, así como en los platos y en las copas.

Entre esas ausencias estaba el Maestro de las ensaladas, Aitor, aunque no faltó un poquito de vegetal para ungir con nuestro aceite del trujal de Galilea. Qué magníficos untes pegamos después de zamparnos el tomate y la cebolla, no vean qué manera de hacer barquitos. Más que una cena de Cofrades, parecía una Convención de Almirantes.
Antes de nada hay que decir, para que vean que existe la autocrítica dentro de la Cuadrilla, que aunque hubo una intención clara y explícita de bendecir la mesa al comienzo de la cena, ésta no se produjo. No hubo la suficiente paciencia y faltó la debida concentración, ya se sabe que el apetito despista. No obstante, nos lamentamos seriamente por este fallo, lo hacemos aquí público, y expresamos nuestro propósito de enmienda. En la próxima cena no volverá a pasar.


He aquí el "Astacus, astacus", una vez más, en estas fechas de cenas opulentas con mariscos aristocráticos de la mar salados, la Cuadrilla, para dar ejemplo al mundo, le dio vado a una buena tartera (magnífica plalabra) de cangrejos, los humildes crustáceos de agua dulce. Algunos de ellos se asomaron sobre el mirador de la tartera para saludar a los Cofrades y a todos nuestros cibervisitantes.

Sí, amigos, sí. Cocochas con gulas y huevo cocido. Un manjar que introducido en la boca pone al comensal en armonía con el universo.

Disfruten ahora con este delicioso primer plano de las Cocochas que ,como no podía ser de otra manera, aparecen presentadas en el ya mítico plato de duralex, otro de los clásicos de nuestro Refectorio y quizá una de las piezas más representativas de nuestra vajilla, junto a los platos de barro para los chuletones (las Santas Cunas), o la no menos mítica bandeja de los cosques.

Disfruten de esta magnífica panorámica en la que cabe todo, la Cuadrilla, las cocochas, los cangrejos, la ensalada, el duralex y, por supuesto, el vino.

Como en todas las grandes cenas, tenía que haber un gran postre. La Cuadrilla, que no es ajena a los eventos del calendario, quiso celebrar el día de Reyes con un buen roscón. Como todo no podía salir perfecto, afortunadamente, hay que decir que la nata la tuvimos que incluir nosotros al descubrir que el jodido roscón no venía relleno. Recursos no nos faltaron, el caso era cumplir con la tradición.

La tertulia después de la cena es quizá el mejor de los postres. La conversación fluye dulce y amigablemente mientras se terminan esas botellas que se han quedado abiertas al final de la cena, o esas otras que ni siquiera fueron abiertas.

He aquí el primer adelanto de las márcharas. La silla de las bromas, esa silla que siempre ofrecíamos a los invitados más incómodos, y que fue pasto de las llamas. Queda así anulada toda posibilidad de incurrir en la broma pesada.

Acabada la tertulia y recogido el Refectorio, bajamos al pueblo a tomar un café y aquello que se terciara. En el Azalea nos encontramos con la CÁTEDRA, en concreto con los Catedráticos Reinares y García, que nos invitaron a una copa y nos deleitaron con una magnífica clase presencial llena de erudición y de buenos consejos. 
Foto del Archivo de la Cuadrilla, durante el célebre día de oposiciones.
Nosotros, sus alumnos aventajados (sea esto dicho con toda la modestia), tomamos buena nota de todo y les agradecimos sus sabias palabras (lo de sabias, viniendo de ellos, es una redundancia).

Posteriormente, la Cuadrilla se dispersó, quedando el núcleo duro amarrado al duro banco de la barra del bar. Mientras en Logroño se celebraba un festival de cultura contemporánea llamado Actual, a menos de una legua de distancia, los supervivientes de la Cuadrilla se aferraban a la tradición, en fin, ya saben.... "Allons enfants de la patrie, le jour de gloire este arrivé".
De nuevo el francés, la belle langue. Empezamos con el déjà vu y acabamos como casi siempre, con la Marsellaise. Y es que, aunque era el día de Reyes, nos tira más el gorro frigio que la corona.

Y esto es todo, queridos ciberamigos, se acaba aquí la crónica de la primera cena del año. Recuerden que nunca un déjà vu estuvo tan rico ni fue tan celebrado: Cocochas y Cangrejos.
Estáis todos bendecidos, caros amigos.