domingo, 24 de enero de 2016

Márcharas 2017

Pasó San Antón por Villamediana, día de  márcharas, y Viernes Sí acudió puntual a su ya tradicional cita con el fuego. Como siempre, hicimos lumbre frente a la antigua tienda de la Laurita, auténtico lugar de referencia. Viandas variadas, vinos claros y tintos, chocolate con bizcochos y bebidas espirituosas permitieron que la noche resultara, como siempre, más amable que la alborada (San Juan dixit). 
Pero en las noches de San Antón el protagonista es siempre el fuego.



El desafío de saltar a través de las llamas ha sido tan antiguo como las propias márcharas. De niños, semanas antes de la señalada noche, nos afanábamos en la búsqueda de leña y matorrales, poseer la hoguera mayor, la de más altas llamas, era un motivo de orgullo, un verdadero triunfo del que presumir el resto del año. Tal vez estas fotos evidencien, siempre desde la consciencia del paso del tiempo (tenemos espejos y achaques, no hace falta que nos lo digáis), el eterno deseo de seguir siendo unos niños.




Mi querido amigo Juanan, el hijo de la Visi, un crack, único, auténtico, intransferible, que quiso ser niño por un instante y lo consiguió con creces, como si al día siguiente tuviera que ir a la escuela. 
Si buscan un tipo así para su cuadrilla, olvídense de Juanan, ya lo hemos dicho antes, es intransferible.

Estáis todos bendecidos, caros amigos.

sábado, 16 de enero de 2016

Noche aciaga en el Palomar

Queridos amigos que nos seguís desde todos los rincones del mundo, desde Alberite a Vladivostok, bienvenidos a una nueva crónica de Viernes Sí. Amigos, fieles seguidores del blog, tenaces admiradores de bacanales sin freno ni mesura, debéis saber que esta vez no me voy a extender mucho. En esta crónica de hoy no habrá espacio para morosas descripciones de platos llenos de manjares, de copas rebosantes de exquisitos caldos, ni de espiritosos licores de burbujas chispeantes, NO, ¿decepcionados acaso?
Le tocaba la cena a Chuman y los peores augurios se cumplieron, a las nueve y media todavía no había dado señales de vida, los primeros nervios empezaron a aflorar entre la concurrencia. 
El hambre empezó a cobrar presencia al abrigo del nerviosismo, ¡¡¡qué vergüenza me da hablar de hambre en este blog!!!, sin embargo, conforme la aguja del minutero completa la circunferencia, los cofrades cayeron en la cuenta de que todavía existe algo peor que el hambre, ¡no saber si vendrá alguien a paliarla! Todavía pasó media hora más hasta que el hombre que susurra a las palomas hizo por fin acto de presencia.

¿En qué estará pensando Juanán?
¿En qué estará pensando Joxepo?

Y así, a las diez y media, llegó por fin Chuman que fue recibido con silencio y contenidos avisos. El entusiasmo, que nunca lo hubo en toda la velada, se diluyó en cocacola, ¡¡¡cómo iba a haber entusiasmo si no hubo vino!!! Suerte que Fausti puso remedio con todo lo que tenía a mano, gracias gran Cofrade.


A partir de aquí tenía que nacer toda nuestra alegría, si no la había... era nuestro problema.

Con esta magnífica tarta de naturaleza industrial llegamos a los postres. En fin, las referencias son claras en cuanto al tamaño, había que repartir y tal.
¿Tarta helada? No!! Tarta congelada.
No me voy a extender más, pues cualquier detalle o anécdota que pueda añadir, podrá ser claramente empleado en nuestra contra. Termina así, queridos amigos, la crónica que pone a Viernes Sí en la picota, un Viernes Sí aciago que nos dejó a todos un poco como esta tarta, congelados. 

Estáis todos bendecidos, amigos.

lunes, 4 de enero de 2016

El día en que la gula despachó a la pereza.

Queridos amigos que nos seguís desde todos los rincones del mundo, bienvenidos al blog de Viernes Sí. Bueno, huelga decir que hemos estado una temporadita disfrutando de ese gran pecado capital que no es ni la lujuria, ni la avaricia, ni la soberbia, ni la ira, no, ni siquiera la envidia, no, amigos no, es la pereza, a la que como habrán comprobado nos hemos entregado con los brazos abiertos. 
Claro, si se han puesto a contar, habrán observado que de los siete pecados, falta uno, efectivamente, falta ese pecado que da la espalda a la mesura, a la contención, a la frugalidad y al hambre, y es que también para la gula ha habido espacio y tiempo en las reuniones de Viernes Sí. Precisamente por eso, hemos decidido hacer una excepción con una breve crónica del último Viernes de Contento y Dicha. Ustedes entenderán ahora la razón por la que hemos salido de la pereza.





Hay cenas que ya con el olor despiertan sensaciones especiales y contribuyen a la muda del estado de ánimo.
La cena con la que nos obsequió el Cofrade Bretón merecía reinaugurar el blog, parece que la gula, queriendo acaso copar todo el protagonismo, le ha dado una patada en el culo a la pereza despachándola de Viernes Sí. 




Con tasajos así, queridos amigos, propios de una fiesta homérica, que fueron, por supuesto, regados con exquisitos caldos del país, celebramos el último Viernes Sí del año. 
Como comprenderéis, en compañía de tan jugosos manjares es mucho más fácil fortalecer la amistad, la conversación fluye por los mismos cauces y con idéntico caudal que el vino. Es el gusto de hablar por el gusto que esas palabras llenas de calor, humor y amistad toman en las bocas, qué sublime maridaje, amigos.

¡Feliz año 2016!

Un saludo, caros amigos, estáis todos bendecidos.