Antonio y unas chicas de Navarra. |
Manolo, Julio y César fueron los encargados de repartir las copas y los inservibles tiques. |
Pablo Amestoy, a la izquierda, junto a Pablo Amestoy, a la derecha. No, no estoy borracho. |
No tengo palabras. |
No pierdan detalle del concurrido aspecto de El Rincón. |
¡Fiesta! |
En mitad de la nube, de esa nube tan especial que tan nítidamente nos permitía hacer las fotos, todos pasamos por las diferentes fases, a saber: el diálogo controlado, el diálogo incontrolado, la hojarasca palabrera, la amistad, y la exaltación de la amistad.
Ejemplo de exaltación de la amistad:
"Eh, tío, yo a ti te conozco, pero ahora no caigo” (y resulta que es tu vecino, ese que no te dice ni buenos días en la escalera, ni te sigue el rollo cuando hablas del tiempo en el ascensor), pero de pronto lo abrazas y lo invitas a llamar al 1º D cuando quiera, y el otro responde, “Sí, hombre sí, ya llevaré jamón y vino, y montamos una merienda”, y tú, “cojonudo, vecino, pero el vino lo pongo yo”, jajajaja, risas-un abrazo, jajajaja, risas-dosabrazos. De pronto te dice, mira te presento a mi mujer, y entonces con absoluto descaro te fijas en sus tetas (las mismas que cada día miras con discreción y disimulo en el ascensor) y no te das cuenta del descaro, ni tu vecino, sólo ella, pero no tiene tiempo para reprochártelo con la mirada... ninguno de los dos sois conscientes de que la mujer del vecino sólo tiene ojos para el tipo de la camisa, la única camisa que parece recién planchada, el mismo tipo que al pasar a su lado (el de ella, claro), ha perfumado la recueva”.
Es sólo un ejemplo, cualquier parecido con la realidad es pura casualidad, ¿o sí?
Sergio con la Cuadrilla, tres o cuatro vinos antes de entrar en la fase de exaltación de la amistad. Arriba, Javi, con un clásico de la ORB, Félix. |
Las sonrisas son imborrables. Nuria, ¿por qué llevas gafas de sol?, ¿por la niebla, acaso? |
Las jornadas acabaron oficialmente a las tres y media, pero oficiosamente duraron incluso hasta la caída del sol. La fiesta fue impresionante. Como verán en las siguientes imágenes los asistentes al evento no se querían ir, o no se podían ir.
Había que cerrar las puertas, pero la gente, alienada por los efectos del vino, estaba dispuesta a dejarse cortar por la mitad con tal de que la fiesta no acabara, con tal de que esa mágica niebla no se disipara. Todos querían seguir en ese estado de subterránea felicidad, incluido aquel que a primera hora de la mañana me daba consejos, ¿lo rercuerdan? "no te dejes llenar mucho las copas y ve por la sombra". Un saludo para Tejero. |
De lo que ocurrió después en la superficie hay más fotos, pero casi todas ellas atentan contra el decoro y la recta urbanidad, así que la organación gestora del blog, dirigida única y exclusivamente por los Cofrades de la Cuadrilla, ha decidido no publicarlas. Como ya saben, nuestros impulsos exhibicionistas son todavía mucho menores que su mórbida pulsión voyeurista. Así que nada, disfruten de lo que se ve y olvídense de lo que no se ve. Si les sigue picando la curiosidad, ya saben, el próximo año vengan a Villamediana. Tercer domingo de julio.
Antes de cerrar el artículo hay que transmitir la más encomiástica y sincera de las felicitaciones, una vez más, a la ORB, porque ha consolidado una iniciativa, “las jornadas de puertas abiertas”, que es ya un clásico, como lo es también "el certamen de cosecheros de abril". Todo ello impulsado desde la ilusión y el empeño de gente que ama la cultura del vino, la tradición bodeguera social, y que defiende la alegría frente al acoso de la rutina.
Enhorabuena y felicidades.
Enhorabuena y felicidades.
Un saludo de la Cuadrilla de los Viernes.
Estáis todos bendecidos.
Estáis todos bendecidos.
Esto es una vivencia "expectacialar".
ResponderEliminarViva Villamediana.
Patxi.