domingo, 16 de octubre de 2011

La Cuadrilla oposita a Cátedra.

Sí, amigos, sí. Uno pienso que el "Día D" no va a llegar nunca, y menos la "Hora H". Pero el tiempo, inflexible y constante en su avance, nos fue arrinconando y exponiendo ante el precipicio de la fecha definitiva, ante el vértigo de la hora final. Fue el pasado viernes, la cita con la CÁTEDRA, el ya mítico 14 de Octubre. Pero antes de comenzar con la crónica, como siempre, el tiempo:
  • "El día había sido cálido, aunque la mañana comenzó con pequeños bancos de niebla en la Sierra de Cantabria, quizá como anuncio de un cambio en la tónica veraniega reinante. Conforme fue avanzando la mañana la niebla se disipó. Por la tarde y posteriormente durante la noche, un vientecito suave de componente norte refrescó el ambiente. Pero sin provocar una bajada relevante en la temperatura". 
Pero volvamos a la noche de autos. Durante la semana pasada el día a día de los Cofrades fue un frenesí. Habían sido muchas las llamadas telefónicas cruzadas, las reuniones en persona y en foros web, discusiones, asignación de cometidos, etc. Estamos hablando de una oposición a Catedra, amigos, la responsabilidad era muy alta y todas las horas del día eran pocas para estudiar una cena que albergara un mínimo de esperanza para la Cuadrilla. Pero, como digo, nada de esto garantizaba el éxito del cinco, de ese anhelado "no está mal, chavales", de ese enunciado dubitativo, allegro ma non troppo de... "tal vez podáis ser el relevo", aunténtica música para nuestras oídos.
En el interior de la Domus Áurea la actividad era frenética.
Una hora antes de que el Tribunal de la CÁTEDRA llegara, los Cofrades ya estaban en el Refectorio de la Domus Áurea, preparando el fuego, acondicionando el local, limpiando los cristales, quitando el polvo, repasando la vajilla, procurando unas copas de mayor categoría para albergar el vino, preparando el postre, etc. En un momento dado, a uno de nuestros Cofrades, Juanan, se le asignó la delicada misión de bajar al Azalea a atender a la CÁTEDRA y acompañarlos protocolariamente hasta la puerta de la Domus.
Vean al fondo a Aitor currándoselo con la ensalada. Para la ocasión había traído un aceíte virgen extra de calidad suprema; trujal de Galilea. A la izquierda, Paco repasa el guión, todos nos hacíamos la misma pregunta: ¿cuando entre la CÁTEDRA, cómo tenemos ponernos, cómo hay que saludar? Fue entonces cuando Pedro nos recordó que lo primero que teníamos que hacer era lavarnos bien las manos, cosa que hicimos con inmediatez y especial empeño.
Levita fue el encargado de repasar el aspecto visual de los platos, todo aparentaba estar en orden. Sin embargo hasta la chica del Interviu parecía estar nerviosa, ¡qué cosas, verdad?

Bacalao macerado con ese aceite del trujal de Galilea, con ajos laminados y unas virutillas de cayena, que, por cierto, fueron censuradas posteriormente por el Catedrático Muro.

Curiosamente el embutido seleccionado ex profeso para la ocasión, también viene del mismo pueblo. Si no recuerdo mal, alguno de los Egregios Miembros de la CÁTEDRA hizo algún comentario positivo sobre este producto.
Sabíamos que con los pimientos íbamos a acertar, si algo nos relajaba era la presencia del pimiento, el mejor aliado de la Cuadrilla. El pimiento y nuestro plato sorpresa, claro está. Tengan paciencia, ya lo verán.

El fuego estaba listo. Madera de roble para calentar con solidez y para asar con nobleza. Javi, el gran maestro asalari, lo tenía todo listo. Nada debía quedar expuesto a la improvisación, absolutamente nada; que para eso escribimos un guión

Paco Levita había dado el visto bueno cuando sonó la llamada perdida, "la señal" con la que Juanan nos anunciaba la inminente llegada de la CÁTEDRA. Al entrar, la verdad, no supimos muy bien cómo reaccionar, no sé, ¿a qué distancia se tiende la mano?, ¿cómo saludar?, etc. Pero la CÁTEDRA fue campechana y nos dijo: "chavales, dejaros de chorradas. A ver, descorchad una botella y decidnos dónde tenemos que sentarnos". Buf, primera lección magistral.

El vino lo trajo la CÁTEDRA, de cosecha propia y por gentileza del Catedrático García. Tomaron asiento en la Bancada de Honor y sin mediar palabra nos hicieron una cata comentada del vino que ellos mismos nos trajeron. Fue la hostia, queridos ciberamigos, increíble, la segunda lección magistral.

Los Doctores, Catedráticos, Decanos y el Señor Rector Magnífico, o sea, la CÁTEDRA al completo ocupando el Escaño de la Bancada de Honor. De izquierda a derecha los Catedráticos Muro, Reinares, García, García "Achuri", Herrero y Marcel; menudo Tribunal para la oposición. Había que estar muy atentos, observen cómo las manos de Pedro apartan con presteza unos frutos secos que atentaban contra le decoro de la mesa y podían dar pistas sobre la naturaleza del postre sorpresa.

Comenzó el festival gastronómico, los Maestros frente a sus alumnos, el Tribunal frente a los opositores. Sin embargo, como se aprecia en la foto, reinó un ambiente más bien distendido, a pesar de nuestros nervios. Sólo citar que uno de los miembros de la CÁTEDRA hizo una apreciación que provocó cierto nerviosismo entre la Cuadrilla. El Catedrático Muro dijo que a la ensalada le faltaba vinagre... Es verdad que a la aguda observación siguieron segundos de dramático silencio e inacción, pero rápidamente uno de los Cofrades, Fausti, reaccionó y subsanó el fallo.

Fausti, fue el encargado de descorchar las botellas, asegurándose de que a la CÁTEDRA no le faltara en ningún momento el jarabe de palo.

Serviciales y dispuestos, atendíamos a todas la demandas y requisitos que la CÁTEDRA nos reclamaba. Aitor cede el embutido, los Catedráticos Muro y Reinares toman nota interiormente, y Paco no puede ocultar el nerviosismo ante la inminente presentación del plato estrella.

Queridos ciberlectores, amigos que nos seguís desde todos los rincones del mundo, he aquí nuestro plato estrella, la gran apuesta de la Cuadrilla para salir airosos ante tan exigente Tribunal. Sí, amigos, sí, el chuletón y los platos de barro de origen zamorano que Javi, el maestro asalari, manejó con gran destreza para admiración y sorpresa de la CÁTEDRA; todo iba sobre ruedas.


Y la CÁTEDRA apreció el gesto. Sus Ilustrísimas quedaron estáticas al contemplar la hazaña gastronómica de la Cuadrilla. Observen la mirada del Catedrático García, habla por sí sola.

¿Y qué decir de las miradas de los Catedráticos Muro y Reinares? No ocultan la sorpresa ante el chisterazo culinario de la Cuadrilla. Pero, ¿quieren ver un buen plano de la VEDETTE? ¿Un plano ideal para clicar y ampliar la imagen? Aquí abajo lo tienen, queridos ciberamigos.

La obra maestra sobre la Santa Cuna de barro, tocada por diminutas perlas de sal y sumida en un bendito sahumerio. Qué delicia amigos.

Ni que decir tiene que antes de hincar el diente a la Vedette, se bendijo la mesa siguiendo el dogma de la Cuadrilla, es decir, con actitud contrita y espartano recogimiento. Posteriormente, con el Refectorio ya perfumado por el bendito sahumerio, continuó la fiesta.

A continuación, quizá movidos por el júbilo o por los vapores del vino y de las viandas, la CÁTEDRA propuso un brindis en boca del Catedrático García Achuri, que vino a decir algo que nos emocionó profundamente: "Brindo porque brindo. Brindo porque tengo que brindar. Y brindo porque a esta Cuadrilla el relevo vamos a dar". Imagínense ustedes escuchar por boca de la CÁTEDRA semejante halago. En fin, como ya digo, alegría, júbilo, pero emoción contenida también. Tantos nervios, tanta reunión, tanto estrés y tanta alopecia habían servido para algo.

El trinchado de las viandas, otra de las labores en las que también se requiere una gran destreza. Observen a Juanan cómo se lo curra y cómo al Catedrático García no le duelen prendas para echar una mano. Todo fue "a pedir de boca".

La CÁTEDRA observó que la carne era de primerísiama calidad, por lo que de inmediato nos dijeron dónde la habíamos adquirido. Y efectivamente, para asombro de los Cofrades, acertaron. ¿Son magos? no, son la CÁTEDRA, y por eso, con la resignada humildad que impregna nuestras almas, reconocemos que jamás llegaremos a Su Altura.

Seguidamente le tocó el turno al postre, que teníamos oculto en la bodega del tío Ignacio. Paco y quien escribe fuimos los encargados de servirlo. Paco, que es ya un maestro del protocolo y que se sabía el guión de memoria, me dijo. "Lleva el planto con una mano, álzalo bien, y la otra mano póntela detrás", y así, de esa guisa, irrumpimos en el Refectorio.

Membrillo fallido, pues era de melotón, nueces y queso curado de Cameros. A pesar de todo, la CÁTEDRA también aplaudió el postre.

Pasadas unas horas, el ambiente era inmejorable, la relajación de la Cuadrilla era ya casi total, sin olvidarnos del obvio respeto, claro. Lo cierto es que el postre además de endulzar y alargar la velada, invitó a seguir disfrutando del delicado néctar con el que Faustino nos obsequió. Observen cómo los "relojes de arena" descansan vacíos sobre la mesa. La satisfacción de los Catedráticos parecía plena.

Por un momento pensamos que el Tribunal estaba deliberando. ¿Qué hacemos? Parece que se preguntan. Lo cierto es que por fin se expresaron, fue el Catedrático Reinares el que tomó la Portavocía del Tribunal para expresar lo siguiente: "no hay nota de momento, pero habéis consumido vino suficiente como para no ser confundidos con vecinos de pueblos colindantes, por lo tanto, estáis aprobados".
Cómo explicaros, queridísimos ciberamigos, cuál honda fue nuestra satisfacción. No hay palabras, se acababa la velada con un buen sabor de boca para todos.

Después, la CÁTEDRA observó también con aguda perspicacia el modo en que recogimos el Refectorio, cómo limpiamos y cómo fregamos para dejarlo todo en perfecto estado de revista y nuevo uso. Este hecho fue también positivamente valorado.

Ya en el exterior la CÁTEDRA nos informó de que la nota se nos daría vía agencia, o por burofax, o sea, con valor fehaciente. También se nos dijo que en fechas no muy alejadas, seríamos invitados, algo que provocó vítores y algazaras entre los Cofrades.

Depués seguimos confraternizando en el Azalea y en el Arizona, con lo que la velada se convirtió en un verdadero éxito. Está claro que la Cuadrilla, supo estar a la altura, porque procedió con humildad, respeto y dedicación, no como otros que...


Estáis todos bendecidos, caros amigos.

3 comentarios:

  1. ke otros tomen nota ja ja ja

    ResponderEliminar
  2. El parien

    Jamás ha contemplado la historia tanta sabiduría junto a auna mesa.
    Cum laude hermanos,cum laude.

    No han pensado sus mercedes en emitir via webcam para los ausentes.....? Hoy en "teledomus" cochinillo al horno,o bien "aureavisión",chuletillas al sarmiento......

    Dense por besados.

    ResponderEliminar
  3. El parien

    Por cierto,preciosa estampa tras el azalea.

    ResponderEliminar