Alégrense, pues, los aficionados a la espeleología y demás filocavernarios, pues lo que les vamos a mostrar en esta serie de reportajes se ciñe casi en exclusiva al mundo subterráneo, a los calados ganados al cerro a golpe de pico, a esos lugares donde el vino reposa y madura con la paz y el sosiego que le procura el subsuelo.
Hoy, como ya hemos anunciado, vamos a presentaros la bodega de Félix, ubicada en el la misma Cueva del Rincón.
Observen cómo se trata de una especie de galería a cuyos lados se encuentran las recuevas. Nuestra bodega de hoy está justo al fondo de la cueva.
Y si nos damos la vuelta podremos apreciar el acceso desde la superficie por sus pronunciadas escaleras.
La bodega fue excavada probablemente en los primeros años cincuenta del siglo pasado. Cuenta Félix que fue picada por dos asturianos, un padre y un hijo, gente que venía por estas tierras en busca de jornales para segar en la cosecha de cereal. Probablemente estos hombres estaban acostumbrados a bregar con el pico, por tener experiencia en el ámbito de la minería. El resultado es el que ven, esta recoleta bodega abovedada, donde el tiempo es relativo, los móviles no tienen cobertura y los relojes se declaran en huelga. Sí, amigos, sí, son "los sótanos del Paraíso".
Félix me comenta que la tierra fue sacada en cunachos (algún día hablaremos de esta interesante palabra que la RAE identifica sólo en Burgos y Soria, y que en Villamediana es muy común) por su madre, Matilde, y su tía, Consuelo, y si han visto en las fotos anteriores el pasillo y las escaleras, sabrán que fue un trabajo muy duro, nada que ver con el Paraíso. Así que un recuerdo para ellas, esas dos jóvenes hermanas que desconociendo el 8 de Marzo arrearon con toneladas de tierra hacia la superficie. Gracias a ellas, a su trabajo gregario y duro, la bodega de Félix es lo que es, que no es poco, amigos.
En el mismo tiempo, ese padre y ese hijo asturianos, cuyos nombres difícilmente podremos saber, ni tampoco lo que de ellos fue, picaron con idéntico arte y conocimiento la bodega de Domingo, situada justo al lado de la que ahora es de Félix.
Desde aquí también queremos guardar un recuerdo para ese padre y ese hijo asturianos, y para todos los que en esos años de escasez venían por estas tierras a segar. Lo cierto es que la mayoría eran gallegos, que llegaban desde Orense con una maleta de cartón y un saco con varias hoces de repuesto, para que ninguna contingencia les impidiera ganar el jornal. Se desplazaban sobre todo a Castilla, más cercana, pero también a La Rioja, y en cuarenta o cincuenta días se deslomaban para ganar ese par de miles de pesetas, tan urgente como necesario para su economía doméstica.
Trabajaban de sol a sol, a veces dormían en pajares, se alimentaban en función de la generosidad del patrón, y aunque estaban marcados por el infortunio de los tiempos, como casi todos, ellos parecían conferidos por esa aura de honradez y dignidad silenciosas, tan ajenas al opulento bullicio actual de los mediocres.
Pero, bueno, cerrado el paréntesis, creo que ya va siendo hora de insuflar aire presente a esta crónica. Esta mañana (en la bodega la mañana suele durar hasta las tres de la tarde, incluso, y esto todos lo sabemos, ha habido "mañanas" de casi veinte horas, que se han prolongado hasta bien entrada la noche), como digo, esta mañana me he encontrado con buenos amigos en la bodega de Félix.
La recueva en esencia viene a ser esto, es un lugar donde conversar tranquilamente mientras se echa un vino. Lo que da carta de naturaleza a toda esta historia es, lógicamente, el vino, el escenario, y ese gen desprendido y hospitalario que posee la gente del cerro.
No sé qué tiene la bodega de Félix, pero siempre que llevo a un amigo foráneo acabamos todos liados, independientemente de que sean belgas o gaditanos, todos liados, Félix, los foráneos y quien escribe.
Tato, seguro que tu primo hace las fotos mejor que yo. Dile que no quería usar el flash y que las hice con un objetivo de 35 mm. y una apertura focal de 1.8, vamos, que no iba desarmado. Dile también, aunque es evidente, que tengo mal pulso.
Con estas estampas que recrean la atmósfera distendida y apacible que esta mañana se respiraba en la bodega de Félix, se da por concluida la primera entraga de Bodegas de Villamediana. En sucesivos capítulos seguiremos hablando de estas magníficas catacumbas eucarísticas, no se lo pierdan.
Estáis todos bendecidos, caros amigos.
Salud.
ernesto esto si que es divulgar la
ResponderEliminarcultura yconstumbres de un pueblo
o mejor dicho de nuestro pueblo el pueblo llano para k vayan aprendiendo nuestros politiquillos
y gobernantes cuando quieran les invitamos a nuestra domus para k aprendan a relacionarse con la gente y ya de paso los bajamos de su pedestal para que se unan y empiezen a solucionar la cosa
bueno esto ultimo es una utopia
sin mas la cordura enhorabuena cuadrilla ya es viernes si
Muy buena idea esta de hacer una radiografía del San Cristóbal mostrando todas sus entrañas, aunque algunas partes estén irremediablemente corroídas por el cáncer de la humedad y en algunos casos el agua. Un ejemplo lo tenemos en nuestra Domus Aurea que supongo algún día mostraremos...
ResponderEliminarSalud2
Javi
Hola, Paco, gracias por aportar de nuevo esos gramitos de cordura tan necesarios en nuestra Cofradía. En cuanto a lo de la utopía... quién sabe, cualquier noche puede salir el sol, o cualquier martes puede ser Viernes Sí, ¿o no?
ResponderEliminarJavi, lo dicho, lo de la cueva de la Domus Áurea también lo tenemos que contemplar, por supuesto que sí.
Un saludo cuadrillero.
Me gusta mucho la idea, de ir descubriendo nuestras recuevas. Creo que has encontrado un filón para seguir desarrollando tu vena de escritor. Me encanta.
ResponderEliminarHola, Mónica, muchas gracias por tu comentario, siempre tan generosa. La verdad es que creo que es una buena idea, algo que ya veníamos mascando en la Cuadrilla, creo que fue en la última cena de Viernes Sí cuando se planteó por última vez. Así que nada, ahí estamos. Es verdad que puede ser un filón, pero para llevarla a cabo necesitamos la receptividad de la gente.
ResponderEliminarUn saludo cuadrillero, Mónica.
Me ha gustado mucho este escrito, y el ambiente de las fotos. Espero que sigais hablando de mas bodegas, yo conozco varias por las puertas abiertas, pero nosabia la hisotria y eso esta muy bien.
ResponderEliminarMe gusto mucho tambien la recogida de sarmientos. todo esto es bien interesante.
Alberto
Hola, Alberto, muchas gracias por tu comentario. Si estuviste en la Jornada de Puertas Abiertas, es probable que visitaras la Bodega de Félix, aunque entiendo que recorrerlas todas con vino incluido era bastante peligroso.
ResponderEliminarUn saludo cuadrillero.