Así, por sorpresa, avisando la víspera y mediante un emisario (el Uge), la Cuadrilla de los Viernes supo que la afrenta del pasado verano iba a tener por fin su justa reparación, y qué reparación amigos, porque el amigo Eduardo se curró un rancho de cordero digno de ser expuesto en el museo de los sabores. Pero no adelantemos acontecimientos, primero, como siempre, el tiempo.
- Un sol filtrado por la más petarda de las calimas predominó y aburrió durante toda la jornada. Ha llegado un momento en que cualquier tiempo que no sea lluvioso es malo, tiene que llover, tiene que llover y, como cantaba Pablo Guerrero, tiene que llover a cántaros. No obstante, como prodrán cotemplar en la imagen superior, los almendros ya nos recuerdan que la primavera está al caer.
Y menuda suerte amigos, porque lo que se estaba guisando en la sarten era un impresionante rancho de cordero. Las sonrisas de los Cofrades afloraban en los rostros cuando al entrar en el Refectorio se encontraban con este cuadro, qué maravilla, ¡si parece un óleo de los grandes maestros holandeses! Sí amigos, sí, son los Güeros y esta vez van en serio.
Eduardo no le perdió la cara al rancho en toda la noche, estuvo pendiente de que no fallase nada. A veces nos miraba de reojo, celoso acaso de que alguien diera con el secreto de su rancho. Cómo se lo curró amigos, se notaba que en ese empeño y dedicación había un expreso deseo de agradar, cosa que consiguió, y con creces.
Y entre tanto, Agustín nos trajo unos pellejos de galufo que guardaba desde la matanza. Probamos primero con el calor de la estufa de leña.
Y posteriormente pasamos al fuego real. Pellejo de cerdo pasado por la sartén y debidamente sazonado, espectáculo improvisado que hizo las delicias de los Cofrades. Mientras tanto, el gran Eduardo, con un trabajo prudente y silencioso, aplicaba con toda su ciencia en el rancho.
Ahí lo tienen, sí, amigos, sí, es Juanito, el verso suelto de la Cuadrilla, eso sí, como apostilla él mismo, "de Arte Mayor y con rima consonante". El GPS del olor de los pellejos lo atrajo directamente a la sartén. Menuda casta que tiene el amigo Juan, ahí lo tienen, metiendo la mano en la bandeja de los cosques, y con un vino en la otra, ¡qué estresante es esto de subir a la bodega!
Sí Juan sí, es el Cielo, en concreto una de las estancias de recreo del Paraíso Terrenal, ¿a que se parece mucho al Refectorio de la Domus Áurea?
Pero no nos olvidemos de la gran vedete de la noche, la reina de la fiesta, bullente y caprichosa, emanando vapores que desacían las pituitarias de Cofrades y Güeros.
Eduardo, que sólo perdía la concentración cuando se le vaciaba el vaso de vino, seguía a lo suyo, con la parsimonia de un monje cartujo.Ora el pimiento molido, ora las hojitas de laurel, él a lo suyo, abstraído y abducido por los vapores que destilaba su propia criatura.
Y en eso llegó Carlitos Zabala y nos dejó a todos flipados con esta ensalada de diseño, propia de un Maestro Gourmet. Sí amigos sí, queso, jamón y puerros, y todo ello regadito con aceite de oliva del trujal de Galilea. Menudo chisterazo culinario el de Zabala, y todo hecho así, como un Clint Eastwood de "espagueti western", sin darse la más mínima importancia.
El resultado final, como podrán apreciar, es digno de ser llevado al MOMA o al Guggenheim. Y sí, es verdad, el plato de duralex aporta ese aire vintage imprescindible para ascenderlo a la categoría de arte. Lo hemos dicho muchas veces amigos, y nunca nos cansaremos de repetirlo, "dejen ya de contemplar el ARTE, ¡cómanselo!".
Ahí lo tienen, el Maestro manteniendo un diálogo íntimo con su obra. He aquí una estampa mística, la "vía unitiva" hecha foto. Después de unos eternos segundos en los que Eduardo iba procesando la información que le llegaba del paladar, dijo: "esto ya está".
Un detalle que no debemos obviar, así es como Eduardo sirvió los platos. Esto es lo que se conoce como plato lleno hasta las cartolas, y tiene mucho mérito porque no se caía nada, "el secreto está en sobrarlo sin que se sobre" (sic). Eso sí, al entrar con la cuchara había que tener cuidado para no provocar desbordamientos.
Se bendijo la mesa con un poco de retraso. Algún comensal ya le había hincado el diente al rancho, a pesar de todo, nada impidió que la acción de gracias se llevara a cabo con recogimiento y contrición. Los Güeros no dijeron nada, ¿cómo bendecirán ellos la mesa? ¿Siguen el dogma cluniacense? ¿Usan aún el rito mozárabe?
Así, con los platos y los vasos llenos hasta las cartolas, ¿cómo no íbamos a sonreír? La cena fue amena y divertida, aunque a los pobres Güeros les soltamos una chapa de historias e historietas de la puta mili que ni el gran Ivà y su sargento Arensivia las podrían superar. Por el Refectorio, en desgranadas conversaciones, pasaron: el brigada Cotelo, "el amo del calabozo", la pista americana, el pollo al Francia, Recajo, la Rad, el Cabo Pascual (superhéroe digno de ser inmortalizado en el celuloide), los mulos de veterinaria, la instrucción, el botiquín, el Perolines, y un largo etc, etc, etc.... Y sin embargo los Güeros aguantaron el chapón como unos campeones.
Y cuando los demás dejábamos de hablar de la fiel infantería, iba Fausti y les atacaba con las batallas navales de su heroico periodo en la marina. Y los Güeros, oye, aguantando marea (nunca mejor dicho), y si no miren a Zabala y a Rubén, como si no pasara nada, ¡qué campeones!
El Moro saluda satisfecho, ajeno a la época de las trincheras, a alguna batallita que sucedió entre las compañías de veterinaria y sanidad, "te acuerdas de Navaridas, el de San Asensio, que...", y sin embargo, el joven Güero, como quien no escucha, sonríe y saluda a la cámara.
Qué buena gente son los Güeros, amigos. Ni rechistaron, y para una vez que nos crecimos y les reprochamos el origen industrial del pan, reaccionaron con humildad, eso sí, poniendo excusas infundadas, pero con humildad. Pobre Zabala, en qué apuro lo pusimos, no te lo tomes a mal pero tienes que comprender que..., en fin, que lo tienes que comprender.
Pero todavía guardaban los Güeros un as en la manga, ya ven con qué postre nos deleitaron. Deliciosos trocitos de quesada que desaparecieron como por arte de birlibirloque. Qué sabor y qué textura, estos postres no los prepara ni la mismísima Nuria.
Acababa así una cena histórica, una cena que dará que hablar por el ambiente creado, por la ensalada de diseño de Zabala, por el magnífico rancho de Eduardo y por la chapa que les metimos con las historias de la mili.
Parece ser que se acordó una nueva visita a la Domus de los Güeros, aunque ya en calidad de invitados. De todo ello dará cuenta este blog, no se lo pierdan.
Y por ahora es todo, amigos, no olviden seguir los consejos de Juan: supermineralizarse y supervitaminizarse.
Estáis todos bendecidos, caros amigos.
Salud.
Muchas gracias por el post! la verdad que el rancho estaba buenisimo!!
ResponderEliminarEl dia 24 de marzo tenemos cena en el circulo de la amistad, a ver si venis todos los cofrades de la cuadrilla de los viernes si!
cenaremos Miguel el camarero del Azalea, los gueros, Juanito y yo, espero que os animeis!
De todas formas Javi, tenemos pendiente un... Hoy cocinamos con la cuadrilla de los viernes si!! ok?? ya iremos hablando. muchas gracias por todo
Como puedo hacer para descargarme alguna foto??
ResponderEliminarHola, Carlos, muchas gracias a ti por tu comentario, por la ensalada que te curraste y por el buen rato que pasamos.
ResponderEliminarPor lo que respecta a la cena del día 24, como tenemos reunión previa el día el día 16 de marzo (próximo Viernes Sí),lo podremos hablar.
En cuanto a la sección "Hoy cocinamos con la Cuadrilla de los Viernes Sí", que todavía está por estrenar, sería un puntazo que la inaugurases haciendo gala de tus buenas artes con los fogones.
Un saludo.
No os preocupeis, que un viernes de este mes lo haremos!
ResponderEliminarla verdad que los chavales estuvieron a la altura por eso mi enhorabuena y siempre seran bien recibidos en la domus gracias por la cena chavales
ResponderEliminarla cordura
Por partes. Primero, queda corregida a instancias de Nuria la parte de los postres, efectivamente, es quesada.
ResponderEliminarSegundo, Carlos, si quieres alguna foto sólo tienes que pedirla. Mándanos un correo a cuadrilla.viernes.si@gmail.com y dinos qué fotos te interesan. Te las mandamos cuanto antes.
Y tercero y último, para los despistados, el mensaje de la Cordura es de Paco Levita, el hombre que vino del Najerilla para aportar algo de cordura entre tanta insensatez iregüense.
Un saludo.