miércoles, 19 de septiembre de 2012

Degustación en las bodegas por parte de la ORB

Luchando contra el peso de un gigante llamado Logroño y de sus incipientes sanmateos, la ORB organizó una degustación en el cerro, en su medio natural, precisamente donde mejor se sabe mover. Fue el pasado domingo 16 de septiembre y había que quemar las naves. Ni que decir tiene que triunfó.
Sin embargo el éxito no sólo vino como consecuencia del arduo conocimiento del terreno, sino que se logró a base de esfuerzo, mimo, humor y el mejor de los contextos. Con todos estos ingredientes se asaron las pancetas y montaron los bocatitas; el resultado ya se lo pueden imaginar.

Como habrán adivinado ya, el cuartel de campaña se instaló en el Rincón, en la entrada de la mítica bodega.
Sin levantar cabeza pero con la sonrisa puesta, como es habitual en estos eventos. En cualquier caso nunca hay que cansarse de agradecer a este gente el esfuerzo que hace para contribuir a la fiesta, desde luego la Cuadrilla de los Viernes se quita el sombrero y aplaude su iniciativa y esfuerzo.
El éxito de participación fue evidente, y es que los datos cantan. La ORB repartió entre los visitantes medio millar de bocatitas de panceta. Y...
...y la peña se ponía para la foto pero le daba la risa, es normal, viendo al fotógrafo cómo arrastraba los pies cual zombi, quién no se ríe.
...y el joven munícipe que tampoco desperdició la oportunidad de subir al Rincón para saludar a la peña.
... y el trenecito que no dejaba de hacer viajes, subiendo amablemente la empinada cuesta de las bodegas a los futuros degustadores de panceta. 
... y después a hacer cola seducidos por el sahumerio de la panceta al sarmiento, ¡cuánta paciencia aporta la inhalación de este mágico humo!
 ... y el perro que no dejó de ladrar hasta que por fin le hice una foto.
Pero, ¿qué estaba pasando en el interior del Rincón? Pues ya lo ven, la gente, como estas tres chicas, se dedicaba a disfrutar de una temperatura más amable que la del exterior.
Más abajo, en los Sótanos del Paraíso, ya ven cómo estaba el ambiente. La peña, a detellada limpia con los bocatitas de panceta.
Y en esto que llegó Paquito Ruiz y nos cantó un par de jotas que llenaron el escenario de emoción. Cantar una jota espontáneamente en un calao es como interpretar Edipo Rey en el Teatro Romano de Mérida. 
Naturaleza muerta en la Bodega de Pepino.
Y se acabó la degustación, pero la fiesta pervivía por las cuevas. En la bodega de Merengue el ambiente era éste. Supongo que reconocerán al can que aparecía en las imágenes superiores, y es que la ORB se hizo cargo de él y lo adoptó. Otro gran gesto de esta Organización que siembra el bien y la alegría allí por donde va.
No hace falta saber de qué hablan, hay una cosa que está clara, están a gusto.
Mirara a dónde mirara, todo me parecía bonito, "debe de ser el vino" me dije a mí mismo. Lo cierto es que después de estas fotos, la jornada prosiguió, aunque por otros circuitos.
Se acababa así un día genial, otro gran éxito de la ORB en su noble propósito de preservar y divulgar las bodegas y la cultura del vino.
Un saludo cordial de la Cuadrilla de los Viernes, ¡Viva la ORB!

Nota. Si alguien está interesado en alguna de las fotos, que deje un mensaje o se ponga en contacto con la Cuadrilla: cuadrilla.viernes.si@gmail.com




2 comentarios:

  1. Yo no estoy interesada en fotos si no en las pancetas. lastimas que no se puede pasar por el mail.

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  2. Hola anónima, eso suena muy bien. Imagino que si eso fuera posible la conexión sería muy cara, no lo sé. Pero sería genial poder mandar por whatsapp o por correo electrónico un archivo con pancetita recién asada.
    Bueno, todo se verá, dejemos que la ciencia y la tecnología sigan su curso.
    Un saludo cuadrillero.

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