martes, 15 de noviembre de 2011

Parrillada gaucha

Queridos amigos que nos seguís desde todos los rincones del mundo, especialmente en Villamediana de Iregua, pero también desde territorios más exóticos, como América Latina, Bélgica, Sri Lanka, Alberite o Murillo de Río Leza, a pesar de todos los pesares, la vida sigue y nosotros con ella. Continuamos montados en este tiovivo llamado Tierra. Pasamos la vida entre giros de rotación y de traslación, mientras unos se nos quedan en el camino y otros se incorporan, y, entre tanto, intentamos pasarlo lo mejor que se puede.
A pesar de que soplan malos vientos, la Cuadrilla sigue atrincherada en el romántico y noble ideal de llevar la contraria al tiempo que vivimos. Y aunque el pesimismo nos invade, nosotros, empecinados, hemos decidido echarnos al monte del entusiasmo y del optimismo. Ojo, sin caer en la ingenuidad, que conocemos el suelo que pisamos, pero sin dejar de plantarle cara a la crisis a base de emboscadas de alegría como la del último viernes, con un ataque coordinado de churrascos de carne asada al estilo gaucho. Pero, bueno, primero, como siempre, el tiempo.
  • "Amaneció el día con el cielo completamente despejado, sin embargo, conforme avanzó la jornada fueron apareciendo nubes de intensidad variable que terminaron imponiéndose a los claros, a pesar de ello, en ningún momento se percibió riesgo de precipitaciones, y eso que se puso bastante oscuro por Bocairegua. No fue hasta la noche cuando tímidamente se escaparon algunas gotas. La temperatura sigue en descenso, aunque continúan siendo suaves".
Observen la premeditada elevación de la parrilla para evitar que la carne quede expuesta a un calor demasiado intenso.
Pues eso, que nos dijo Javi Estefanía que nos iba a preparar una parrillada gaucha y vaya la que preparó. Dos horas y media antes de que los Cofrades llegaran al Refectorio, Javi ya estaba a vueltas con la carne. El proceso no es complicado, pero requiere su técnica y hay que tener la paciencia de estar allí. La clave está en asar la carne muy poco a poco, elevando la parrilla al máximo para que el calor sea menos intenso. Así, los churrascos se asan de un modo más homogéneo, hasta el hueso, y sin que la parte exterior quede demasiado quemada. Todo un arte, amigos. No intenten hacerlo en sus casas.
Deleitense con las viandas. Queridos ciberlectores... ¿quién dijo que habíamos venido al mundo a sufrir?

He aquí un primer plano de la carne tajada, todo un espectáculo. La clave estuvo en la salsa, otros Santos Óleos que Javi nos preparó para ungir la carne. Una delicia.
El aspecto del Refectorio fue el que describe esta foto, no pierdan detalle de la pulcritud y la sencillez de la mesa, nada de ornamentos barrocos, sólo las carnes sobre los platos de madera, los vinos, libados en modestas copas, la gregaria ensalada y los Santos Óleos. Sin embargo, fijense en Fausti, o en Juanan, aprecien cómo expresa su plenitud, cómo alcanza el éxtasis al llevarse la tajada a la boca. Es sólo cuestión de fe, amigos, cuando la carne entra en la boca, los Serafines inician el concierto en el paladar y se produce la Comunión del alma con el cuerpo místico de Cristo. Es lo que San Juan trata de explicar en sus poemas, lo que se conoce como éxtasis místico, el placer sin límites y "un no sé qué que nos deja balbuciendo". ¡Cierra los ojos y descríbeme lo que ves!
Javi, el uruguayo (esa noche más uruguayo que nunca, dada la parrillada), fue en esta ocasión el Maestro Asalari. Una cena brillante, pregúntenle si no a nuestro Ecónomo, el Cofrade Aitor, su rostro me da la razón. Y es que a veces no hace falta pronunciar una sola palabra, las caras ya hablan con suficiente elocuencia.
 
Como digo, la cena fue simple y llanamente espectacular. Una cena, en definitiva, con garantía de éxito. Dicho de otra manera, una cena digna de ser ofrecida a la CÁTEDRA. Eso es precisamente lo que evocó el tipo de la foto superior, el Cofrade Luezas: "con una cena así seguro que sacábamos un 'no está mal chavales', o sea, una notaza impresionante".
Paco "Levita", el hombre que vino del Najerilla para aportar un poco cordura entre tanta insensatez iregüense, y Javi, el mismo que una noche loca, absolutamente iregüense, hizo el paseíllo con el nombre artístico de "Rubio de la Ermita".

El Cofrade fotógrafo también hizo el paseíllo aquella taurina y célebre noche con el nombre de "Murito de las Parras", y hubo más gente, pero no me acuerdo, bueno, sí, Juanan era "el Lagartijo", pero ya habrá en el blog quien amplíe datos. Aquí lo tienen autorretratándose patéticamente. Y es que la cámara a veces parece que toma vida y se vuelve gamberra, como si fuera la mismísima Lola Gaos en Viridiana, se levanta las faldas, enseña el pajarito y se descojona del personal. Por cierto, gran foto la de Lola Gaos, recordémosla, no tiene desperdicio. Aquí debajo:

Bueno, huelga decir que después de la cena y de la tertulia estuvimos tomando algo por ahí y que se hizo tarde y... en fin, "Allons enfants de la patrie, le jour de gloire est arrivé", ustedes ya me entienden, ¿verdad?

Así fue nuestra "Última Cena", no como la de Da Vinci, ni como la de Viridiana, simplemente fue nuestra última cena de noviembre en el Refectorio. La próxima tendrá lugar en Logroño, en un afamado restaurante de la capital; un poco de guerrilla urbana nos vendrá bien. Contaremos con la presencia especial de nuestro invitado de honor, el visitante número 5000, ni más ni menos que Juan, todo un clásico de nuestro blog, y quizá, y esto es un rumor disfrazado de primicia, es posible que asista también el  inefable Miguel Notario, cuya honradez, y esto ya lo saben ustedes, es tan voluble como la acidez del vino.
En fin, todo sea por hallar la senda del entusiasmo entre tanta maleza, y tanta torpeza, y tanta vileza...

Hasta la vista, caros amigos, estáis todos bendecidos.

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