domingo, 15 de enero de 2012

Cena de la ORB

El día 14 de enero tuvo lugar la asamblea anual de la ORB, a la que siguió una concurrida cena en el Restaurante La Moncloa. A la cita acudimos un buen número de socios, más de un centenar, que disfrutamos del encuentro en un ambiente cálido y acogedor, a pesar del frío reinante en el exterior.
Tras la cena, la fiesta siguió en la Bodega de Anuncia. Los ingredientes fueron basícos: música, ganas de pasarlo bien y barra libre por si alguno estaba dispuesto a precipitarse por las fosas abisales de la alienación etílica. Por supuesto que no hubo cordura y la mayor parte de nosotros, quizá todos, nos despañamos por el barranco.
Hice fotos, y gracias a ellas ahora puedo recordar algunas de las cosas que viví anoche, pues de otra manera ya se hubieran perdido entre la espesura tenebrosa de la jaqueca, de esta la resaca equina que me ha tenido postrado en cama la mayor parte del día.
No obstante, ahora, desde la delicada cordura, y mientras en mis sesos las neuronas supervivientes vuelven a sus puestos, tras asistir a las exequias a las finadas anoche, he decidido no poner las fotos que hice en la citada fiesta (salvo unas pocas que atentan contra nadie), porque todos tenemos derecho a la intimidad, sobre todo cuando en ella se muestra la parte del "no ser" del "ser", y... en fin, voy a terminar porque me estoy poniendo peripatético y no quiero desbarrar por los muladaras de la filosofía más barata, ramplona y chusca.
Lo siento mucho por los voyeuristas que nos seguís con depravado ánimo y ansia enfermiza, ya os lo digo muchas veces, para eso existen otras páginas.
No obstante, que quede claro este mensaje desde el blog de la Cuadrilla de los Viernes:
  • Gracias a todos los que desde la ORB se lo curran para que estos eventos tan cojonudos salgan adelante, gracias de verdad. Que el 2012 sea propicio, tanto para los eventos ya asentados, como para los novedosos que irán surgiendo. 
          ¡¡VIVA LA ORB!!
Juan Pedro y Larri.

Conforme avanzaba la noche el fotógrafo fue perdiendo el pulso.

César, otro colaborador nato.
¡Fiesta!, por cierto, otro César.

No sé por qué extraña razón los chicos se hicieron juntos una foto y luego las chicas. Claro, a mí, si me dan a elegir... hubiera hecho como César (y van tres), pero, claro, tenía que hacer la instantánea.

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