¿Quién dijo que la Cuadrilla no hace deporte? Bueno, si alguien lo dijo, lleva razón parcialmente, ustedes verán las fotos y se darán cuenta de dónde está la verdadera afición y dónde el carnaval, es decir, ropa deportiva de mercadillo y monturas del siglo pasado obtenidas, por supuesto, "de propaganda".
Pero vayamos al grano, lo cierto es que el jueves pasado, cinco de enero, la Cuadrilla salió de excursión con las bicicletas. Un paseo de unos veinte kilómetros que dejó postrados en cama durante el resto del día a dos de los Cofrades. Vean en la imagen superior a la Cuadrilla, formada por Juanan, Ernesto, Pedro, Sergio y Javi, acababan de firmar en el control y se disponía para tomar la salida.
Como suele ser habitual en este tipo de pruebas deportivas, en la salida hubo tiempo para las gracias y gracietas. ¿Los reconocen? Arriba tienen al Cofrade Pedro, mánager y progenitor de la gran promesa ciclista de la Cuadrilla, un tal Sergio, una auténtica máquina de hacer pedales. ¿Y el de abajo? Sí, amigos sí, es el Cofrade Javier, que dentro de la Cuadrilla ostenta los títulos de Maestro Asalari, Perito en Ranchos y Druida de los Ungüentos, entre otros muchos títulos nobiliarios. Magnífico autorretrato.
La Cuadrilla abandonó el casco urbano de Villamediana por el Camino de Valdecarros. Por una ruta rompepiernas iniciamos el ascenso al Col de La Plana, de Segunda Categoría, para después circundar la viña de Murrieta en dirección al mirador, en ese momento el intrépido Sergio soltó un demarraje que dejó a la Cuadrilla totalmente vendida y expuesta a la humillación pública. Este muchacho promete. ¿Cómo es posible que suba así los puertos? Sin duda porque se alimenta siguiendo los dogmas culinarios de la Cuadrilla.
Vean a Sergio camino del mirador. Como podrán apreciar, en su cara no hay gesto alguno que delate sufrimiento. Sin embargo, varios metros más atrás, el que está llamado a ser su mánager, aprovecha el último aliento que le queda para lanzarle una voz: "¡no corras tanto!".
No pierdan detalle de las dos monturas sobre las que galopan los dos tipos de la foto superior. La "de propaganda" obtenida por adquirir aquellos ladrillos con los que la telefonía móvil dio sus primeros pasos, ¿no recuerdan que Perico Delgado iba buscando su bici? Pues, he aquí la joyita. La otra bici, ya la ven, ni más ni menos que una Razesa, así que inclinen ustedes la rodillas y doblen la testuz, porque están ante una leyenda viva de la historia de la bicicleta. Comenta Juanan que la adquirió por una oferta de CajaRioja. Pero, ¿y el termo? Sí amigos, sí, de Gatorade, el equipo del gran Gianni Bugno. Como ven, la Cuadrilla está que lo tira todo.
La Cuadrilla aprovechó para disfrutar brevemente de la vista, casi aérea, que depara el Mirador de Murrieta, tanto de Logroño, como de toda la Sierra de Cantabria. También hubo tiempo para pequeñas reparaciones, como por ejemplo, apretar la rueda delantera de la MoviLine.
Como podrán apreciar, la Cuadrilla eligió bien el día, al menos en principio, pues el sol brillaba con plenitud y la mañana nos regalaba vistas estupendas.
Como en todo circuito rompepiernas, además de subidas, por lo general mucho más abundantes, hubo tiempo también para disfrutar de placenteros descensos, como éste de los Cerrillos que nos llevó hasta el final de los Tollos.
Se iniciaba el ascenso al Col de La Rad por el amino de Varilengua, puerto, éste ya, de Primera Categoría, para que ustedes nos entiendan, es como el Galibier de Villamediana. Antes de iniciar el ascenso, los Cofrades llamados a perder el aliento y algo más, se hicieron unas fotos. Vean la MoviLine con la firma de Perico. Abajo, otra foto mítica, Juanan con le pañuelo en la frente y las gafas sol, a lo Easy Rider, ¡qué clase tiene! Y es que nosotros también hemos nacido para ser wilds.
Como estaba escrito en el guión de la carrera, una vez iniciado el ascenso, se desataron las hostilidades dentro del pelotón cuadrillero. Vean como Sergio manda a su gregario para que lance el primer ataque. Atras, Dennis Hopper empieza a dar muestras de flaqueza, pero... ¿y qué pasaba más atrás?
Pues ya lo ven, lo que pasa es que el amigo de Dennis Hopper, ése que se lo pasa tan bien por las bodegas haciendo fotitos, ya no podía ni con la braga que corona su cabeza. ¿Dó las gayas noches trasegando vinos en las bodegas? ¿Dó las risas hasta altas horas de la madrugada por las barras de los bares? Al pobre Cofrade Fotógrafo ya no lo salvaba ni el espíritu de Fray Luis, tantas veces mentado en este blog.
Como la Cuadrilla es tendente por naturaleza a la majadería, algunos Cofrades, no contentos con llegar a la cima del Col de la Rad, decidieron continuar subiendo.
Ocurrió así, a los Cofrades Pedro y Javier, espoleados por el inagotable, Sergio, se les ocurrió que podíamos rematar la faena emprendiendo la subida al Col de La Francesa, puerto Hors Catégorie. Para que se hagan una idea, es como si después de alcanzar la cima del Galibier, tuviéramos que ascender el Alpe d'Huez, el Aubisque y la Madeleine juntos. Y sin embargo, y, por supuesto, contra pronóstico, hicimos cima. Vale, de modo agónico y tres cuartos de hora más tarde que Sergio, pero llegamos.
La altitud, la falta el oxígeno y las gélidas temperaturas, hacen de La Francesa un lugar inhóspito. Sin embargo, la Cuadrilla, recia por naturaleza, posó de esta guisa junto al "túmulo del alpinista", en el que yace enterrado un montañero noruego que a mediados de los cincuenta del siglo pasado trató de ascender a esta cima.
Se inició seguidamente el descenso por el camino de la Boquera, dirección La Noria, para empalmar con el Camino Real, el viento pegaba fuerte y de cara, haciendo estragos en el cutis de los Cofrades y provocando la formación de peligrosos abanicos dentro del pelotón; por suerte no hubo caídas. Finalmente, y a pesar del citado viento, pudimos llegar a la Fuente del Piojo donde nos hicimos este autorretrato. Luego regresamos al pueblo por el Camino de la Solana, pasando por Mariachos y Partelacuesta.
Una vez en casa de Javi, había que asearse un poco, por lo menos ventilar las oquedades de las axilas. Fue entonces cuando descubrimos que Juanan no es Dennis Hopper, si no el mítico halterófilo Vasily Alekseiev, su planta de robusto atleta nos impresionó a todos. Vean cómo el Cofrade Fotógrafo se queda pasmado al ver la masa muscular de Juanan.
Bueno, el caso es que nos pusimos a hacer estampas. El Cofrade Fotógrafo, loco de celos, quiso también emular a Juanan, pero ya ven que no. Es un quiero y no puedo, sin más.
Luego llegó la hora del avituallamiento. El dietista de la Cuadrilla, como suele ocurrir en los deportistas de elite, impuso el menú.
La dieta, que es un secreto a voces, ya la conocen. Dieta mediterránea, es decir, panceta, careta y choricillo.
Termina aquí la crónica de un día deportivo para la Cuadrilla. Sergio hace la señal de victoria ante la cámara momentos antes de meterse a la panza su secreto mejor guardado, aquél en el que radica su éxito deportivo, la dieta, la dieta mediterránea.
Estáis todos bendecidos, caros amigos.
y yo en madrid menos mal k hay fotos para verlo si no no me lo creo lo k hace una noche de copas menuda valentonada k hechizo os echaron la noche anterior alos actos la proxima me apunto pero con dieta si no nada un saludo compis el cofrade de la cordura osease paco
ResponderEliminarQuerido Cofrade de la Cordura, es verdad que si no hubiera fotos, probablemente no te lo creerías. Pero llevas razón en el tema del hechizo. Esta pareja de truhanes bicicleteros, nos sedujeron a base de misas negras,sortilegios y ritos satánicos, y es verdad que contaron también con la inestimable ayuda del vino, y de la euforia que este delicado néctar produce en las mentes más cándidas y bienpensantes (esto demuestra que en estos tiempos de crisis, ya ni en el vino reposa la verdad).
ResponderEliminarMenos mal que al final hubo "dieta mediterránea".
Un abrazo, Paco, Cofrade de la Cordura Najerillense.