lunes, 16 de enero de 2012

Las márcharas y su marcha.

Queridos amigos que nos seguís desde todos los rincones del mundo, sobre todo aquellos que pertenecéis al ámbito del habla hispana, hoy vamos a empezar utilizando el diccionario, el de la Academia, veamos lo que dice.
Si ustedes consultan la palabra "marcha" (clique aquí) observarán que la séptima acepción hace referencia a un riojanismo, cuyo significado es el que sigue:  "hoguera de leña que se hace en las puertas de las casas como señal de regocijo". En efecto, esta es la voz más extendida en toda La Rioja para citar la fiesta de las hogueras de San Antón, pero hay excepciones que no recoge el diccionario, como la voz "marcho" que se usa en Fuenmayor, ni la variante "márchara", palabra que se utiliza únicamente en Villamediana y que por ser esdrújula es la más exótica y rara de todas las variantes.

Las márcharas, o sea, las hogueras de San Antón, han sido tradicionalmente contempladas como el último día de las navidades villametrenses. Su etimología puede que haga referencia a la "marcha" de la fiesta y de su consustancial alegría, o también puede estar ligada al "marchar" por las calles recorriendo las hogueras y compartiendo entre los vecinos los últimos dulces y viandas de la Navidad.
Hasta hace dos o tres décadas los barrios y las calles competían por hacer la hoguera más grande. Uno de los entretenimientos más activos de las vacaciones de Navidad entre los mocetes era el de recoger matorral y leña del campo para lograr así la márchara más grande, la mejor. En ocasiones había hasta sabotajes, protagonizados por grupos rivales de otros barrios, que prendían fuego al montón de los vecinos la víspera de la fiesta. En fin, lo cierto es que era emocionante y divertido, hoy, nuestros chicos se divierten de otra manera.

Las dos imágenes superiores corresponden a la márchara de las bodegas, donde no ha faltado el buen ambiente, ni la panceta ni la costilla ni el choricillo ni, por supuesto, el vino. Por si esto fuera poco, la ORB se ha encargado de que también haya chocolate y bizcochos, ¡¡esto es tremendo amigos!! Como diría Pazos, el mítico personaje de la película Airbag, "nadamos en la ambulancia".

Cualquier lugar es bueno para improvisar una mesa donde dejar las viandas y los porrones.

He aquí esta imagen, que nosotros, los de la Cuadrilla de los Viernes, queremos dedicar a los inspectores de sanidad.
Como podrán apreciar a la izquierda de estas dos fotografías, el porrón no dejó de funcionar en toda la noche.
¿Lo reconocen? Sí, amigos, sí, es Juanito, el "verso suelto" de la Cuadrilla de los Viernes, ahí lo tienen, practicando escorzos y perfiles para el fotógrafo.  Es magnífico poder beber vino y al mismo tiempo contemplar la Vía Láctea, Casiopea, la Osa Mayor, y otras muchas constelaciones.

Cualquier oportunidad puede ser buena para emplearse a fondo con esta extraña redoma de vídrio llamada porrón. ¡Viva el vino!

Pero como ya he dicho al inicio, las bodegas no fue el único barrio que celebró esta fiesta, fueron muchos, pero... ¿y la Cuadrilla de los Viernes?, ¿hizo hoguera? Por supuesto que sí, el Cofrade Fausti se encargó de perpetuar la tradición, pasen y vean:

He aquí la hoguera cuadrillera, situada justo en frente de la Laurita, pescadería y tienda de ultramarinos.


Otra de las tradiciones ligadas a las márcharas es la de saltar por encima del fuego. No es que sea un deporte de riesgo, pero yo recuerdo que en los tiempos de esplendor más de uno iba al día siguiente a la escuela con las pestañas y las cejas chocarradas (otra palabrita riojana, estamos hoy que lo tiramos todo).
Pero ahora, en el siglo XXI, Tercer Milenio de la era cristiana, a la tradición de los saltos se han sumado las mujeres. No pierdan detalle de este documento gráfico único. Marisa y Leti en acción, desafiando al fuego, al miedo y a la vida misma; riánse ustedes de Bob Beamon:

Hay que decir que esto que ven, lo hicieron delante de sus propios hijos y ante la mirada incrédula de sus maridos, a los que el poco gobierno que les quedaba en casa les fue arrebatado de un plumazo, o, mejor dicho, de un salto.

La chavalería disfrutó de lo lindo, y con ellos Skipy, el perro con nombre de canguro que acompaña al Cofrade Faustino en sus largas jornadas de trabajo entregadas al cultivo y cuidado de la vid.
Bueno, amigos, esto es todo. Termina así la crónica sobre un día llamado a ser gris, pero que se disfrazó de fiesta para celebrar las hogueras de San Antón, las márcharas.

Estáis todos bendecidos, caros amigos.
La Cuadrilla de los Viernes.

2 comentarios:

  1. Feliz año cuadrilla.

    Como os lo montáis, que envidia…


    Un saludo de vuestro admirador.

    <-._.•´¯)>- JÂß -<(¯`•._.->

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  2. Hola, Beni, ¿qué es de tu vida? Ya sabes que tienes abiertas las puertas de la Domus Áurea, vente cuando quieras, eso sí, avisa porque algún día ponemos pescado, pocos, pero alguno sí.
    Un saludo.
    Ernesto.

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