lunes, 15 de agosto de 2011

El Realismo Mágico y Villamediana. IIª Parte. Los belgas.

Se acuerdan de aquella magnífica película de José Luis Cuerda titulada Amanece, que no es poco, seguro que sí, si no, por favor, consulten en la Enciclopedia. En esa obra maestra del cine español aparecen unos belgas, lo hacen de modo fugaz, en una secuencia tan absurda como el argumento de la película. Véanla:


Pues, bien, se ve que Villamediana y el pueblo de Amanece, que no es poco (hermanados con Macondo), guardan esa extraña relación, como escenarios ideales para las situaciones más rocambolescas y menos habituales.

Este verano han sido dos las visitas que nos han llegado desde esas remotas tierras de allende las Galias, primero Ingrid, Lieven y sus hijos (disculpadme, soy incapaz de recordar los nombres), y después, hace sólo dos días, vinieron Dominique y Arno. Pero vean el reportaje gráfico que resume y refleja lo sucedido con mayor precisión que mis palabras.
Ingrid, Lieven y su familia llegaron a Villamediana como quien no quiere la cosa la víspera de la Jornada de Pueras Abiertas, se puede decir por lo tanto, que rozaron la gloria.

Ingrid y Lieven con Larri, en su bodega.


Hubo concurso de ranchos, el de la víspera de la Jornada de Puertas Abiertas, y lo probaron con gusto, creo que lo estaban haciendo Matil y Ana. Lieven se animó con el porrón y demostró tener dotes. A la primera y observen qué alzamiento de porrón, ¡bravo!
Cenamos el Refectorio de la Cuadrilla de los Viernes.
Y para terminar una visita a la bodega de los Pompeos, en la Rioja Alta. Nuestros amigos cedieron fácilmente a la invitación de Juan Pedro y sucumbieron a todas las tentaciones con valentía y entereza. Un saludo desde el blog de la Cuadrilla para ellos.
En ambas visitas fueron estupendamente recibidos por gente como Faustino García, César, Juan Pedro, Merengue, Karlos, Adolfo Bellido (cuya venia solicito desde aquí para subir una jota al blog) Jósean, Félix o Larri, y más que me dejo, lo cierto es que ellos me han confesado que su experiencia ha sido distinta a la de otras muchas visitas a España, ha sido algo especial. No, no es vanidad, ni egolatría, ni nacionalismo terruñero, es que ellos me lo han expresado así, esto es diferente, es mágico, pero si me pellizco lo noto, si bebo me emborracho, luego... es mágico pero real, es la hostia.

Dominique y Arno con Karlos. Habíamos estado antes en la bodega de Fausti, la de su casa, y luego en el Rincón, tanto en el JV como en el Azalea. Después acabamos en la bodega de los Merengues.

 Dominique firmando en el libro de visitas de la bodega de Larri, donde un mes antes, aproximadamente, firmaron Ingrid y Lieven.

Bueno, aquí nos tienen, en la Ruinosa. Una estación más en este Via Crucis de delirio bodeguero.

Fuimos a comer un poco tarde. Chuletillas, choricillo, el magnífico aceite que sacó Jósean, ideal para hacer barquitos, etc. Luego siguió el cante y...

Ahí los tienen, como unos campeones, expresando con plenitud la alegría que da el vino.

Lo cierto es que el recuerdo de Karel se perpetúa por su querida Rioja, y sus amigos flamencos no lo olvidan y vienen a esta lejana tierra a tratar de entender lo que él sintió y disfrutó, como también lo hizo Hilde, y lo seguirá haciendo.

Nosotros tampoco lo olvidamos, y en Azalea, sede de nuestros corazoncitos, tendrá siempre vivo el recuerdo.

Salud.

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