lunes, 19 de septiembre de 2011

Agnus Dei

Sí amigos, sí, Agnus Dei, Cordero de Dios, y es que el destino, que a veces es caprichoso y otras, todo hay que decirlo, bastante cabroncete, quiso que nuestro último Viernes Sí coincidiera con las fiestas de Santa Eufemia, ni más ni menos que el día de la Patrona, el 16 de Septiembre. En una fecha tan señalada la Cuadrilla tenía que estar a la altura, subirse el listón e intentar autosuperarse; juzguen ustedes si lo logramos o no. Pero, primero, como siempre, el tiempo. "Hubo abundantes nubes de concentración durante todo el día, ambiente cargado, y altas temperaturas bajo la amenaza constante de tormentas, sin embargo, que yo recuerde… no llovió".



Pasamos ya, sin más dilación, a los detalles de lo que aconteció esa noche. Después de intentar infructuosamente echar unos bailes por la plaza (con la monserga del rock ya se ha jodido lo de las rancheras), la Cuadrilla puso rumbo a las bodegas donde se iba a dar el acto de Acción de Gracias, tal y como a continuación se describe y muestra.


Observen las costillas del Cordero Pascual escoltadas por el vino redentor. Cordero y vino, vino y cordero, los dos pilares fundamentales sobre los que se asentaba el rito eucarístico de la noche.
Los pámpanos de Baco arden en la calle. Las parrillas en el fuego para su purificación. La cara de Javi refleja el entusiasmo del momento.

Una vez purificadas las parrillas llega el siguiente paso, el de la colocación de las chuletillas, todo un rito. Javi, el maestro asalari, da instrucciones. Fausti, su pupilo, da muestras ser el más listo de la clase. En la foto superior pueden ver a Juanito, todo un clásico del blog de la Cuadrilla, que realizó labores de sumiller, véanlo como reparte el vino sin perderle en ningún momento la vista al Cordero.

Una vez colocadas las chuletillas en la parrilla, sólo queda esperar que la combustión callada y recogida de los sarmientos empiece a obrar el milagro.

El secreto está en darle las vueltas convenientes y guardando los tiempos adecuados. Para eso la Cuadrilla cuenta con Cofrades especializados. Observen el humo bendito con el que se perfuman el maestro y su pupilo, sahumerio que nace de los sarmientos y se filtra por la carne del cordero para aromatizar también el barrio de las bodegas.

El color que van tomando las chuletillas confirma que el milagro se ha obrado. En la foto de arriba el maestro asalari, Javi, manejando los pinceles. Abajo el resto de la Cuadrilla saborea un vino y departe amigablemente tratando de disimular la impaciencia.
Llegó el momento más esperado. El maestro da el banderazo de salida para liberar a las chuletillas, el doradito adquirido y el olor que desprenden hace las delicias de los Cofrades.

Juanan y Pedro en una imagen para la Historia. Cualquiera diría que Juanan está apesadumbrado, su cara es ya todo un relato, qué digo un relato, es una novela por entregas de doce tomos. Por cierto, ¿se acuerdan ustedes de la humilde bandeja de los cosques? ¿A que ahora parece de porcelana china? Claro, es normal, es el milagro, amigos.

Foto para ser ampliada y devorada con los ojos. Qué maravilla, queridos ciberlectores, qué piadoso modo de liberarse de las cuitas del día a día. ¡Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo!
Cuánta verdad reposa en la liturgia.

 Como no podía ser de otra manera, el choricillo asado al sarmiento tenía que tener cabida en una noche tan señalada. Observen las cucharas de la primera foto del reportaje, pobrecillas, ahí siguen, sin que nadie les haga caso. Fue una noche de tenedores y dedos, ah, y de chuparse los dedos. Eso sí, cada uno los suyos, mariconadas las justas.
Javi y Pedro, dos Cofrades que no ocultan el pecado en sus rostros y miradas. Algo de lujuria y mucho de gula. ¡Confesión!
Momento de conversación, de labrar el huerto de la amistad y sobre todo de regarlo con el mejor vino de la tierra. Aunque ustedes quieran hacerse una idea aproximada de lo bien que lo pasamos, seguirán estando a millas de distancia de la realidad. Esto es la hostia, amigos. ¿Cómo puede caber tanto júbilo en una botella de tres cuartos de litro? ¿Quién puede responder a esta pregunta? ¿La Ciencia? ¿La Filosofía? Probablemente ninguna de las dos ramas del saber, o tal vez la suma de las dos, es decir, la Cátedra, aquellos que desde siglos vienen tomando Escaño en la Cuarta Escalera, los que rozaban el cielo tomando un vino con unos cascagüeses o una ambuesta de nueces.

Y después de la comida y de un postre de naturaleza industrial que no viene a cuento describir, pero que sabía cojonudamente, llegó el momento de recoger, poner orden en el Refectorio y bajar al pueblo. Observen a la Cuadrilla charlando en el exterior de la Domus Áurea. Había baile en la plaza y los Cofrades, alentados por el vino, estaban otra vez dispuestos a sacar a las mozas a bailar. Qué buena noche hacía.

Lo que vino después no lo describo, me limito sólo a decir que volvió a pasar lo mismo, o sea, que ninguna moza quiso bailar con nosotros.
Ofendidos por el desaire de las mozas, los Cofrades se entregaron de lleno a la bebida, había que olvidar. Observen a Ramón deleitando a la Cuadrilla de los Viernes. No podía creer que habíamos intentado bailar, de ahí esa sonrisa.

Otra foto para la Historia, Juanan, Levita y Fausti junto a Josepe, uno de los miembros de la Cátedra. Desde aquí informamos a la Cátedra de que la cena de invitación tendrá lugar el día 14 de octubre, en la Domus Áurea. Qué nerviosismo y qué excitación nos produce tal evento, esperamos estar a la altura, y es que la Cátedra es la Cátedra, cómo decirlo.... no puedo, es inefable.

Qué más contaros de la noche.... pues que las cámaras digitales no tienen carrete. Son como las pistolas en las pelis del oeste, a las que nunca se les acaban las balas. Se hicieron todo tipo de fotos, pero ya conocen el código deontológico y ético del consejo de redacción del blog. Eso sí, como vimos a Bretón lo sacamos. Aquí, bajo estas líneas, tienen a un histórico de la Cuadrilla.

Agustín Rodríguez Bretón sonriendo a la cámara, en su sonrisa parece haber un discurso claro: "ya vais buenos, ya".

Lo demás ya lo saben, ciberamigos. Llegando ciertas horas y ciertos "estados de ánimo", el férreo filtro censor de la Cuadrilla blinda los ojos (perdón por el anglicismo) de los protagonistas y deja con las ganas a los voyeuristas (perdón por el galicismo) que sólo buscan en este blog escenas explícitas y depravadas de diversión. No amigos, no, para eso ya hay otras páginas. Confórmense con estas dos últimas fotos y con los primeros versos de la Marsellesa: "Allons enfants de la patrie, le jour de gloire est arrivé"

Bueno, caros amigos, esto fue todo, aunque hubo mucho más. Planes para una salida a la Mancha, la famosa quijotada de la Cuadrilla, que se llevará a efecto esta temporada si Dios quiere (traduzcase Dios por Consorte o Cónyuge, así, con mayúsculas), también la excitante invitación a la Cátedra, que ya tiene fijada una fecha, y otros muchos proyectos que surgieron como consecuencia de la alegría inherente a los días de verbena, como el proyecto de Paco para la beneficencia, el del aniversario del blog, o la cena especial por la visita cinco mil del blog, en la que acogeremos a un cibervisitante tras un sorteo ante Notario (Miguel Notario, colega de la infancia y de una honradez tan voluble como la acidez del vino).

Estáis todos bendecidos, caros amigos.

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