domingo, 27 de febrero de 2011

Mañana sarmentera. Sin prisa y con pausas.

Queridos visitantes, bienvenidos una vez más a nuestro blog. Estaba anunciado desde hacía días, y así fue, tocaba coger sarmientos. El día salió bueno, ideal para estar por el campo. Antes de nada el tiempo: 
Brilló el sol con timidez, cielo despejado aunque con intervalos de nubes altas, que fueron aumentando durante la mañana a nuboso y muy nuboso, aunque sin riesgo de precipitaciones. 
Ya era hora de que se viera la luz del sol en este blog. Sí, damas y caballeros, ya era hora de que corriera el aire por este ciberlugar.
Quedamos en casa de Javi a eso de las nueve y, salvo el nota de siempre, hubo puntualidad. A eso de las nueve y media comenzamos la labor que llevamos a cabo sin prisa y con pausas. 
Como dato destacable hay que decir que contamos con la inestimable colaboración de Sergio, que nos habló de su visita al Bernabéu, de su pasión madridista y del devenir de su equipo, el Rioja Patriots, al que animamos desde aquí.


  




La cuadrilla sarmentera en un lance de la mañana. Al fondo a la izquierda, el Monte Laturce.











Sergio en acción, sin duda el mejor currela de la Cuadrilla. Observen cómo mientras el chaval carga con los sarmientos, los dos de atrás camuflan su holgazanería ocultándose amistosamente tras las gavilla. De nuevo, al fondo, el majestuoso monte Laturce y más a la izquierda, la pared Este del Cañón del Leza.







Exquisitamente seleccionados uno a uno, los sarmientos son acunados con cuidado y delicadeza sobre los lomos de la mítica camioneta AgroPérez; ingeniería alemana de calidad y precisión, puesta al servicio del hombre y del placer.








Una foto para la historia de la Cuadrilla Viernes sí. La mítica camioneta AgroPérez, la inseparable amiga y compañera de las mañanas sarmenteras, posa orgullosa para la cámara con su carga. A su lado los recogedores: Ernesto, Fausti, Juanan, Javi, Sergio y Pedro.







No pierdan detalle de este sugerente Auto de Fe, ya consumado. Pámpanos de Baco, así es como los poetas clásicos, movidos por una ebriedad lírica, y quizá también por la etílica, llamaban a los sarmientos. Aquellas nudosas ramas que antaño soportaron el peso del sagrado fruto, son hogaño consumidas por el fuego purificador para ser sólo ceniza y humo. Su sacrificio contribuye a dar aroma y sabor a las viandas en las fiestas dionisiacas. En este caso los Cuatro Magníficos de la llamada dieta mediterránea, o sea, choricillo, panceta, costilla y careta. Podría entrar en detalles, pero si ustedes amplían esta foto se darán cuenta de que una imagen vale más que mil palabras.







He aquí una pequeña fiesta que surgió desde la improvisación una vez que los sarmientos estaban a buen recaudo. Tras los oficios llegó el almuerzo. Fue ya muy pasado el Ángelus y, como siempre, de espaldas al a frugalidad.
Nota. Lo de la copa de Javi tiene una explicación. Como verán, en su sonrisa se dibuja el pecado, su copa le delata, sí, amigos, sí, es agua. Pero tiene una explicación.








Y en esto que llegaron Santi y Gloria. Entonces se desató la comedia. Santí contó una estupenda anécdota protagonizada por Agustín Bretón, personaje entrañable y querido que ya nos dejó, cuyo recuerdo permanece siempre vivo en la Cuadrilla Viernes Sí. También representamos esta estampa, a medio camino entre lo terrenal y lo celestial. Si no me equivoco, el alzacuellos lo improvisó Javi con una servilleta.
Estáis todos bendecidos, queridos visitantes. Hasta otra.
HOMENAJE A AGUSTÍN BRETÓN. 
Diálogo protagonizado por él mismo y unos visitantes con pinta de gorrones cuando el rancho estaba ya casi listo.
-¿Os gusta el conejo de un día para otro?
-Sí
-Pues venid mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario